Transmisión 057

Fecha: 26.02.2189 Hora: 11:15

La revelación de que los Custodios han estado observando cada uno de mis pasos, cada uno de mis errores, me deja sintiéndome desnudo y manipulado. Mi "ruido" psíquico me ha convertido en un libro abierto para ellos.

"Necesitaba sobrevivir", digo, mi voz teñida de una justificación defensiva. "Los Mecanistas ofrecieron una ruta de escape cuando no tenía otra opción. La Brújula fue el precio."

<< Una ruta a cambio de una herramienta que no comprenden y que probablemente usarán para sus propios fines disruptivos >>, replica la Custodia, su tono mental tranquilo pero inflexible. << Los Mecanistas buscan imponer un orden mecánico sobre el caos orgánico y psíquico de los Ecos. Creen que la lógica fría y la tecnología pueden reemplazar la estructura fundamental de la realidad, la Señal que intentamos preservar. Es una solución... simplista. Y peligrosa a largo plazo. Su interferencia podría causar daños irreparables. >>

Su crítica a los Mecanistas es dura, pero ¿es su propia solución realmente mejor? Recuerdo el cinismo de Scrappy, su visión de las facciones compitiendo con diferentes tipos de locura.

"¿Y vuestra solución es mejor?", replico, la frustración burbujeando en mi interior. "¿Mantener un equilibrio precario mientras el mundo se pudre a vuestro alrededor? ¿Llamáis a eso 'estabilidad'?"

La Custodia inclina ligeramente la cabeza, un gesto casi humano que resulta extrañamente discordante en su figura alienígena. << La realidad es frágil, Resonante Silas. Mucho más frágil de lo que tu especie recuerda. La Cacofonía no fue solo una catástrofe tecnológica; fue un desgarro en el tejido mismo del espacio-tiempo, causado por la imprudente manipulación de energías vinculadas al Devorador. Casi nos destruyó por completo. >>

Su voz mental adquiere una gravedad que me hiela la sangre. << Una intervención drástica ahora –ya sea la aniquilación nihilista que buscan los Cultores del Eco Roto o la reingeniería radical que proponen los Mecanistas– podría causar un colapso total. Un silencio final del que no habría retorno. >>

Hace una pausa, como si me permitiera absorber la magnitud de sus palabras. << Nosotros buscamos la armonización. La sanación lenta. La reintegración gradual de los Ecos disonantes en la Señal fundamental. Es un proceso largo, arduo. Requiere paciencia. Y requiere... sacrificio. >>

Sacrificio. La palabra queda suspendida en mi mente, cargada de un peso ominoso. "¿Sacrificio?", repito en voz baja.

<< El mantenimiento de este Nexo, la estabilización activa de los Ecos en este cuadrante, requiere una inmensa energía psíquica y arcana >>, explica la Custodia. << Los Custodios estamos... vinculados a él. Servimos como conductos vivos, como estabilizadores conscientes. Filtramos la disonancia a través de nosotros mismos. Es nuestro propósito. Y es nuestro coste. >>

Por un instante fugaz, creo percibir un matiz de tristeza infinita, de cansancio cósmico, bajo la superficie tranquila de su voz mental. ¿Están atrapados aquí? ¿Son prisioneros de su propio propósito, consumiéndose lentamente para mantener unida una realidad moribunda? La idea es profundamente inquietante. El santuario empieza a parecerse más a un mausoleo activo.