Transmisión 072

Fecha: 13.03.2189 Hora: 15:45

Con el libro antiguo de los Arquitectos guardado de forma segura junto al mapa estelar, siento una oleada de propósito renovado que contrarresta el miedo persistente dejado por el encuentro con el Cazador. Ya no me siento tan perdido, tan a la deriva en este océano de ruinas y peligros.

Tengo un destino: la Biblioteca Rota, el lugar señalado por la Custodia donde podría encontrar más fragmentos de conocimiento. Y ahora tengo una herramienta potencial, este libro incomprensible pero resonante, que quizás contenga la clave para descifrar los secretos del mapa, de mi poder, o de ambos. Es una esperanza tenue, basada en la intuición y la resonancia, pero es mucho más de lo que tenía antes.

Por supuesto, el peligro sigue siendo tan real como siempre. El Cazador todavía está ahí fuera, en algún lugar de estas ruinas laberínticas, y mi pequeño truco con la arena plateada no funcionará para siempre. Los Silenciadores no habrán abandonado la persecución. Y los Cultores del Eco Roto siguen siendo una amenaza existencial que se cierne sobre toda la Necrópolis. Mi camino sigue siendo una carrera contra el tiempo y contra múltiples enemigos invisibles.

Salgo con cuidado del círculo de arena plateada, sintiendo cómo los Ecos ambientales vuelven a filtrarse en mi percepción, aunque el breve respiro en el silencio relativo parece haber calmado un poco mis nervios. Abandono la pequeña cámara oculta, volviendo al pasillo oscuro y derrumbado por el que casi me atrapa el Cazador.

Me detengo un momento, cerrando los ojos y consultando de nuevo el mapa mental que la Custodia me proporcionó. Localizo mi posición actual y trazo la ruta indicada hacia la Biblioteca Rota. Todavía queda un largo camino por recorrer, a través de más ruinas antiguas, túneles peligrosos y zonas potencialmente hostiles de los Distritos Olvidados.

Respiro hondo, el aire cargado de polvo y la estática de una realidad delgada. El peso de los eones, el peso de los artefactos que porto, el peso de las decisiones que he tomado y las que tendré que tomar... todo ello recae sobre mí. Pero también siento una determinación que no había sentido antes.

Con el libro de los Arquitectos y el mapa estelar como mis guías inciertas, y la amenaza del Cazador pisándome los talones, reanudo mi viaje. Me adentro de nuevo en la oscuridad, un archivero solitario buscando respuestas en el corazón roto y olvidado de la Necrópolis de Neón, dirigiéndome hacia la promesa de conocimiento que podría esconderse en la Biblioteca Rota. El juego continúa, y yo sigo moviéndome.