Transmisión 086

Fecha: 27.03.2189 Hora: 20:00

Tan pronto como la presencia opresiva del Cazador se desvanece por completo, la parálisis que me atenazaba se libera con la misma brusquedad con la que llegó. Jadeo profundamente, aspirando el aire frío y polvoriento de la biblioteca, mientras la sensación y el control vuelven a mis miembros. Mi sensibilidad a los Ecos también regresa, aunque se siente magullada y dolorida, como un músculo sobrecargado.

Scrappy se acerca rápidamente, bajando su pistola pero manteniéndola lista, su ojo cibernético todavía barriendo las sombras profundas entre los pilares rotos. Se agacha a mi lado.

"¿Estás bien, Archivero?", pregunta, su tono ronco teñido de una preocupación genuina que me sorprende un poco. "¿Qué demonios te hizo?"

"Me... congeló", jadeo, sentándome con dificultad, mis músculos todavía temblando por el esfuerzo y el frío residual. "Psíquicamente. No podía moverme. Iba a quitarme... esto." Señalo mi túnica, donde siento el peso tranquilizador del mapa y el libro.

Scrappy asiente sombríamente, su expresión seria. "El Cazador. Se alimenta de Ecos, pero también puede proyectar un vacío, una especie de anti-Eco que paraliza a los Resonantes como tú. Es una de sus tácticas de caza más desagradables. Tuviste suerte de que llegara a tiempo."

"¿Cómo... cómo me encontraste?", pregunto, todavía temblando ligeramente, mirando a la carroñera con una mezcla de gratitud y confusión. ¿Qué hacía ella aquí, en las profundidades más olvidadas de Oakhaven?

Scrappy esboza una media sonrisa irónica. "Seguí tu Eco 'ruidoso'", dice, repitiendo casi las mismas palabras que la Custodia. "Después de la que montaste en la estación de tránsito para librarte de los Patrulleros de Chatarra, dejaste un rastro psíquico como un motor arcano sobrecargado funcionando a máxima potencia. No fue precisamente difícil seguirlo hasta las profundidades. Y cuando sentí la presencia fría del Cazador convergiendo en la misma zona... bueno, digamos que mi curiosidad se despertó. Y quizás sentí que todavía me debías algo."

Mira a su alrededor, observando la biblioteca en ruinas con una mezcla de asombro y pragmatismo de carroñera. "Así que esta es la famosa Biblioteca Rota. Siempre quise echar un vistazo, pero los Susurrantes Ciegos suelen ser... bastante disuasorios para los visitantes no invitados."

"Los portales", digo, recordando mi propia huida desesperada. "Parecen detenerlos. No pudieron seguirme a través del arco brillante."

"Sí, la tecnología de los Arquitectos tiene sus trucos. Barreras de resonancia, probablemente", murmura Scrappy, examinando uno de los portales distantes con interés técnico. Luego vuelve a mirarme. "¿Valió la pena el riesgo? ¿Encontraste lo que buscabas aquí abajo, Archivero?"