Transmisión 095

Fecha: 05.04.2189 Hora: 22:30

Me quedo solo en la cámara de mantenimiento decrépita, el eco de las últimas palabras de Scrappy y el chirrido de la puerta al cerrarse resonando en el silencio. Miro el corredor oscuro por donde se ha ido, luego en la dirección opuesta. Nivel 9-Alfa. Cerca de los Distritos Comerciales Abandonados. Más cerca de la superficie, pero aún lejos de cualquier lugar seguro.

¿Qué hago ahora? ¿Intento encontrar un acceso a la Red de Sombra, como sugirió Scrappy? ¿Busco una ruta hacia los Archivos, hacia el Corazón Silente, mi objetivo original? ¿O intento usar el transportador de nuevo, arriesgándome a un destino desconocido o dañado? Las opciones se arremolinan en mi mente, cada una cargada de peligros.

Mientras sopeso mis posibilidades, un escalofrío repentino e intenso me recorre la espalda, mucho más fuerte que el frío constante de las profundidades. Una sensación familiar.

Fría. Vacía. Depredadora.

El Cazador.

Pero esta vez... no lo he sentido acercarse. Mi sensibilidad, aunque recuperada del ataque, todavía no está al cien por cien. O quizás... quizás el Cazador se está adaptando. Volviéndose más sigiloso, aprendiendo a enmascarar su presencia hasta el último momento.

Me giro rápidamente, mis sentidos alerta, buscando la fuente de esa sensación helada. No veo nada en el corredor oscuro por donde se fue Scrappy, ni en la dirección opuesta. Pero la sensación está ahí, inconfundible. Está cerca. Muy cerca.

Y esta vez... no está solo.

Junto con la presencia vacía del Cazador, siento otras presencias. Ecos diferentes. Fríos, sí, pero no vacíos. Disciplinados. Metódicos. Siento el débil zumbido bajo de equipo electrónico activo. Oigo, o casi oigo, el sonido amortiguado de botas tácticas moviéndose con sigilo sobre el metal y el hormigón del corredor.

Los Silenciadores.

El corazón me da un vuelco. ¿Cómo? ¿Cómo me han encontrado tan rápido? ¿Nos siguieron a través del transportador? ¿Estaba monitorizado? ¿O quizás el Cazador, de alguna manera, los ha guiado hasta mí? ¿Una alianza impía entre la corporación y la entidad alienígena?

Estoy atrapado. De nuevo. La ironía es cruel. Escapo de las profundidades a través de un transportador secreto de los Arquitectos solo para caer en una emboscada en el destino. El corredor es un callejón sin salida en ambas direcciones visibles desde la cámara. La puerta del transportador detrás de mí está sellada, inerte. No hay escapatoria fácil.

Oigo voces apagadas acercándose por el corredor por donde no se fue Scrappy. Órdenes concisas, filtradas por comunicadores. El sonido inconfundible de armas preparándose, el clic metálico de los seguros quitándose.

Retrocedo instintivamente hacia la pared más alejada de la cámara, buscando desesperadamente una salida, una opción, cualquier cosa. La trampa se ha cerrado.