Entro en el conducto ascendente que Gear me indicó. A diferencia del anterior, este parece más moderno, probablemente construido durante la Era del Fulgor o incluso después, aunque está igualmente descuidado y cubierto de una gruesa capa de polvo y mugre. El aire aquí es notablemente más fresco, y siento una corriente descendente constante, lo que sugiere que estoy más cerca de un sistema de ventilación principal o de una conexión directa con los niveles superiores.
Mientras asciendo por los peldaños de mantenimiento oxidados, saco el Sintonizador de Ecos que Gear me dio. El disco de latón y cobre se siente sólido en mi mano, y el cristal ámbar en el centro brilla débilmente. Recuerdo la rápida transferencia de información que Gear me dio junto con el dispositivo –instrucciones básicas sobre cómo calibrarlo mentalmente.
Me concentro, intentando aplicar lo que Gear me mostró. Al principio, es difícil. Mi sensibilidad todavía se siente desequilibrada por los eventos recientes, y el Sintonizador no es tan intuitivo como la Brújula Custodio. Requiere un esfuerzo mental activo, como intentar sintonizar una vieja radio a través de un mar de estática. Intento filtrar el ruido de fondo constante: los Ecos estructurales del propio conducto, las vibraciones distantes de la ciudad, el zumbido de la energía residual.
Lentamente, funciona. El cristal ámbar del Sintonizador brilla un poco más intensamente a medida que logro enfocar mi intención. El ruido de fondo disminuye, permitiéndome percibir Ecos más específicos con mayor claridad.
Capto las débiles firmas de miedo de las alimañas que habitan estos túneles, dándome una advertencia temprana de su presencia. Siento la resonancia masiva y distante de grandes grupos de personas en los niveles superiores, un murmullo psíquico constante de la colmena humana.
Con temor, busco la firma del Cazador. La encuentro. Ese vacío frío y depredador. Todavía está presente en mis sentidos, pero se siente más lejano ahora, más difuso. Quizás la explosión en la cámara de mantenimiento y el colapso de la compuerta lo retrasaron significativamente, o quizás está buscando otras rutas para interceptarme. Pero sigue ahí fuera. La caza no ha terminado.
Por curiosidad, y por una extraña sensación de conexión, busco el Eco de Scrappy. Encuentro su firma única –esa mezcla de metal frío, determinación orgánica y la resonancia musical de su flauta– pero se está alejando rápidamente, moviéndose a través de lo que siento como la Red de Sombra, en una dirección completamente diferente. Parece que nuestros caminos realmente se han separado, al menos por ahora.
El Sintonizador es una herramienta útil. No me dice adónde ir, pero me ayuda a "ver" psíquicamente con más claridad, a discernir las amenazas y las presencias en medio del caos de Ecos de Oakhaven.
Después de unos veinte minutos de ascenso constante, el conducto termina en otra rejilla metálica. A través de ella, veo un espacio mucho más grande y, sorprendentemente, iluminado. No es luz natural, por supuesto, sino la luz artificial y funcional de las luminarias de techo. Parece un túnel de tránsito principal. He llegado a un nuevo nivel de la ciudad.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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