>TÚ TIENES ALGO QUE QUEREMOS.
Las palabras flotan en la pantalla verdosa, un anzuelo brillante en la oscuridad de mi desesperación. Un intercambio. Información por... algo. Algo que tengo. El mapa. Tiene que ser el mapa. ¿Qué otra cosa podría tener yo, un archivero fugitivo con los bolsillos llenos de poco más que miedo y polvo, que pudiera interesar a una facción secreta con tecnología capaz de activar datapads muertos y rastrear Ecos de alta frecuencia?
Mi mente es un torbellino. ¿Quiénes son? ¿Qué saben realmente? ¿Son una amenaza mayor que los Silenciadores o los Cultores? ¿O podrían ser... una salida? Una alianza improbable nacida de la necesidad mutua. La información que ofrecen podría ser la clave para sobrevivir, para encontrar esa Red de Sombra de la que habló la Custodia. Pero el precio... si es el mapa, ¿puedo pagarlo? ¿Debo pagarlo? Entregarlo a otra facción desconocida podría ser tan catastrófico como dejar que los Cultores lo consigan.
El cursor parpadea. Espera. Paciente. Calculador. Como la mirada invisible que sentí en los Archivos. ¿Eran ellos? ¿Observándome todo el tiempo?
Tengo que responder. El silencio es una respuesta en sí misma, una respuesta de miedo y debilidad. Necesito saber más. Necesito evaluar la amenaza, la oportunidad. Juego para ganar tiempo, aunque sé que el tiempo es un lujo que se me agota rápidamente.
Me aclaro la garganta, mi voz suena rasposa, apenas un susurro en la quietud tensa de la caseta. "¿Quiénes sois?", pregunto al datapad, sintiéndome ridículo hablando con una máquina muerta que acaba de resucitar.
Espero, conteniendo la respiración. ¿Entenderá mi voz? ¿O espera una respuesta diferente?
El texto en la pantalla se borra. Nuevas letras verdes comienzan a formarse, lentas, deliberadas.
>SOMOS LOS MECANISTAS DEL OJO OCULTO.
Mecanistas del Ojo Oculto. El nombre resuena con el símbolo del broche, la rueda dentada rota, el ojo vigilante. Y con el Eco que sentí: fervor tecnológico, determinación férrea. Mecanistas. Tiene sentido.
>RECUPERADORES DE TECNOLOGÍA PERDIDA.
Eso explica su presencia aquí, en las ruinas industriales. Buscan reliquias de la Era del Fulgor, maquinaria olvidada, conocimiento perdido en la Cacofonía. Carroñeros glorificados, quizás, pero con una organización y una tecnología que superan a las bandas de chatarra habituales.
>RESTAURADORES DE LA RAZÓN EN UN MUNDO DE ECOS LOCOS.
Ahí está. Su filosofía. Su justificación. Se ven a sí mismos como la antítesis de la locura de los Ecos, de la superstición arcana, de la sensibilidad caótica que me define a mí y a otros Resonantes. Creen en la lógica, en la máquina, en el orden impuesto por la tecnología comprensible. Restauradores de la Razón. Suena noble. O terriblemente arrogante. Depende del punto de vista. Y probablemente peligroso para alguien como yo, un producto de esos "Ecos locos".
>TE HEMOS RASTREADO DESDE QUE ACTIVASTE LA BALIZA EN EL ARTEFACTO ESTELAR.
La baliza. El símbolo de la Unidad Rota. Así que no fue solo una respuesta para mí, o para los Cultores. Fue una señal de socorro cósmica, una bengala psíquica que iluminó la oscuridad y atrajo a todas las partes interesadas. Incluyendo a estos Mecanistas con sus sensores de Ecos de alta frecuencia. Mi error en los Archivos, mi momento de contacto con el mapa, ha tenido consecuencias mucho más amplias de lo que imaginaba. He puesto en marcha algo, y ni siquiera sé qué es.
Mi siguiente pregunta se forma antes de que pueda detenerla. "¿Cómo me rastreasteis hasta aquí? ¿Y cómo sabéis del mapa... del artefacto?" Necesito saber el alcance de sus capacidades, de su conocimiento.
La respuesta llega sin demora, eficiente, casi clínica.
>LA BALIZA EMITIÓ UNA RUPTURA DE ECO DE ALTA FRECUENCIA. NUESTROS SENSORES LA DETECTARON. TRIANGULAMOS LA FUENTE HASTA EL NIVEL 7-GAMMA.
Sensores capaces de detectar y triangular Ecos específicos a través de múltiples niveles de la ciudad. Impresionante. Y aterrador.
>EL ARTEFACTO ES CONOCIDO EN CIERTOS CÍRCULOS. UNA RELIQUIA PELIGROSA DE LA ERA DEL FULGOR. SU FIRMA ENERGÉTICA ES... ÚNICA.
Ciertos círculos. ¿Qué círculos? ¿Los Cultores? ¿Los Custodios? ¿Los altos mandos de los Silenciadores? ¿Cuántos saben de la existencia de esta llave cósmica?
>NUESTROS REGISTROS INDICAN QUE ESTABA BAJO CUSTODIA EN EL NIVEL 7-GAMMA. EN UNA SECCIÓN DE ACCESO RESTRINGIDO.
Registros. Tienen acceso a información clasificada de los Archivos. O espías dentro. O ambas cosas.
>TU... EXTRACCIÓN... FUE NOTABLEMENTE RUIDOSA, ARCHIVERO.
La palabra "extracción" suena casi burlona. Y "ruidosa". La explosión de las luminarias, la caída de la estantería... mi intento desesperado de crear una distracción fue, aparentemente, un espectáculo pirotécnico para sus sensores. Saben quién soy. Saben lo que hice. Saben que robé el mapa. Me siento completamente expuesto, como un insecto bajo un microscopio.
Intento recuperar algo de control, o al menos aparentarlo. Intento sonar conciliador, inofensivo. "No quería causar problemas", digo, mi voz todavía un susurro tenso. "Solo buscaba refugio. Me persiguen." Es la verdad, aunque dudo que la verdad importe mucho para ellos.
>LO SABEMOS.
La respuesta es escueta, casi displicente.
>LOS SILENCIADORES SON PREDECIBLES EN SU BRUTALIDAD. HEMOS MONITORIZADO SUS MOVIMIENTOS DE CONTENCIÓN EN LOS NIVELES SUPERIORES.
Monitorizan a los Silenciadores. Esta facción tiene ojos y oídos en todas partes.
>Y HEMOS DETECTADO LA FIRMA ENERGÉTICA DEL CAZADOR DE ECOS EN TU RASTRO.
El Cazador. Lo conocen. Conocen su firma energética. Lo que implica que no es la primera vez que se cruzan con él, o que lo estudian.
>UNA CRIATURA DESAGRADABLE.
, añade el texto, casi como una ocurrencia tardía. Desagradable. Viniendo de alguien que se comunica a través de un datapad resucitado en un taller mugriento, suena casi cómico. Pero el escalofrío que me recorre me recuerda que el Cazador es mucho más que "desagradable". Es una pesadilla corpórea.
>ESTÁS EN GRAVES PROBLEMAS, ARCHIVERO.
Gracias por el recordatorio. Como si no lo supiera. Estoy siendo cazado por la policía secreta de la ciudad, por un culto apocalíptico, por una entidad de pesadilla, y ahora estoy negociando con una facción tecnológica clandestina que me llama intruso. Graves problemas es quedarse corto.
Pero en su confirmación, en su conocimiento de mi situación, veo una rendija. Una posibilidad. Si saben a qué me enfrento, quizás entiendan mi desesperación. Quizás la oferta de información sea genuina. Quizás realmente necesiten algo que yo tengo, aparte del mapa.
"Lo sé", admito, mi voz teñida de una amargura que no puedo ocultar. Me siento como una pieza en un juego cuyas reglas desconozco, movido por fuerzas que apenas comprendo. Pero tengo que seguir jugando. Tengo que intentar dirigir el juego, aunque sea mínimamente. "¿Qué queréis a cambio de información? ¿Es el mapa, verdad? ¿El artefacto estelar?"
Voy directo al grano. No tiene sentido andarse con rodeos. Si quieren el mapa, necesito saberlo ahora. Necesito saber cuál es el precio real de su ayuda.
La pantalla se queda en blanco por un momento. El cursor parpadea en la oscuridad verdosa. La pausa se siente más larga que las anteriores. ¿Están considerando mi pregunta? ¿Están decidiendo cómo responder? ¿O están preparando la trampa?
El aire en la caseta se siente pesado, cargado de tensión. Espero. Y con cada segundo que pasa, el peso de mi decisión, de mi situación, se vuelve más aplastante. He apostado mi supervivencia a una conversación con una máquina poseída por fantasmas tecnológicos. Bienvenidos a la Necrópolis de Neón.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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