TRANSMISIÓN 128
SECTOR_01//TRANSMISIÓN 128 DE 321

Transmisión 128

Transmisión 128

Fecha: 08.05.2189 Hora: 05:51

La criatura reptiliana sisea, sus múltiples ojos negros fijos en nosotros, irradiando un hambre helada. El instinto de supervivencia grita en mi interior.

"¡Atrás, bicho feo!", grita Scrappy, levantando su pistola de energía al instante. Su reacción es increíblemente rápida, fruto de incontables encuentros peligrosos en las profundidades.

Pero la criatura ignora por completo su advertencia. Con una velocidad asombrosa, se lanza hacia nosotros sobre el hielo resbaladizo, sus garras afiladas buscando tracción, sus mandíbulas abiertas en una mueca de dientes como agujas.

Scrappy abre fuego. Los proyectiles de energía azul brillante silban en el aire helado e impactan contra el exoesqueleto pálido de la criatura. Saltan chispas y fragmentos de quitina congelada, pero los disparos parecen rebotar o apenas chamuscar la superficie. La criatura ni siquiera se inmuta, su carga no disminuye ni un ápice. Es increíblemente resistente.

El pánico amenaza con paralizarme, pero algo más profundo, un instinto recién despertado, toma el control. Mi mano libre, la que no sostiene el Sintonizador, se extiende casi por voluntad propia. Siento los Ecos a mi alrededor: el frío intenso de la cámara, la resonancia latente del refrigerante arcano en los tanques suspendidos y las tuberías gigantes. Es una energía fría, potente, esperando.

Esta vez, no busco una explosión caótica. Recuerdo las lecciones incipientes de Gear, la sensación de enfocar mi voluntad. Me concentro en el Eco del frío, no en la energía volátil del refrigerante en sí, sino en la temperatura bajo cero que impregna el lugar. Tiro de ese Eco helado, lo reúno en mi mente, le doy una forma rudimentaria –una ráfaga, un viento ártico concentrado– y lo proyecto con toda mi voluntad hacia la criatura que se abalanza sobre nosotros.

Una onda invisible de frío psíquico golpea a la criatura. No hay sonido, no hay luz, pero el efecto es inmediato. La criatura emite un siseo agudo, esta vez de dolor o sorpresa genuina. Su avance vacila por un instante crucial. Una fina capa de escarcha blanca se forma instantáneamente sobre su exoesqueleto pálido, cubriendo sus escamas y articulaciones. Sus movimientos, antes fluidos y rápidos, se vuelven visiblemente más lentos, más torpes, como si sus músculos se hubieran agarrotado por el frío repentino.

"¡Bien hecho, Archivero!", grita Scrappy, reconociendo la oportunidad al instante. Sin dudar, dispara de nuevo, pero esta vez apunta con precisión a las articulaciones de las múltiples patas de la criatura, ahora más visibles y ligeramente ralentizadas. Un par de disparos dan en el blanco con un sonido desagradable de quitina quebrándose. La criatura tropieza, una de sus patas delanteras cede visiblemente bajo su peso, y casi cae sobre el hielo.

Hemos conseguido herirla. Pero la lucha está lejos de terminar. La criatura se recupera con una rapidez alarmante, ignorando el dolor y la herida. Y ahora, sus múltiples ojos negros y sin párpados se fijan exclusivamente en mí, ardiendo con una nueva intensidad, una furia helada dirigida. Ignora a Scrappy por completo y se lanza de nuevo, directamente hacia mí, sus mandíbulas abiertas para devorar la fuente de su dolor.

Transmisión recibida: 4/17/2025

ID: 128