Transmisión 135

Fecha: 15.05.2189 Hora: Indeterminada

El laberinto de conductos helados parece no tener fin. El frío se ha convertido en un dolor sordo y constante. El agotamiento es una niebla que amenaza con consumir mi conciencia. Scrappy también muestra signos de fatiga extrema; su cojera es más pronunciada y los movimientos de su brazo cibernético dañado son más lentos, menos precisos. Nos movemos casi en piloto automático, impulsados únicamente por la necesidad de seguir adelante, de encontrar una salida de esta tumba helada.

Finalmente, después de lo que parece una eternidad de giros, bifurcaciones y callejones sin salida, llegamos a un punto donde el conducto por el que avanzamos, que parecía ser uno de los ramales principales, termina abruptamente en una pared sólida de metal cubierto de escarcha. Un callejón sin salida.

Mi corazón se hunde. ¿Hemos llegado al final? ¿Estamos atrapados aquí?

Pero Scrappy, después de consultar de nuevo sus sensores y mapas internos, señala hacia arriba. En la pared lateral, justo antes del final del conducto, hay una abertura más pequeña, un conducto secundario que asciende verticalmente hacia la oscuridad. Es estrecho, apenas lo suficiente para que una persona pase a la vez, y parece aún más antiguo y descuidado que el sistema principal.

"Este es el final de la línea de refrigerante principal, según mis datos", dice Scrappy, su voz ronca por la fatiga y el frío. "Aquí es donde los esquemas se vuelven casi ilegibles." Señala la abertura ascendente. "Pero este conducto secundario... coincide con algunas referencias cruzadas muy antiguas que encontré en esos fragmentos del Nexo Custodio. Debería llevarnos hacia arriba, fuera del sistema de refrigerante, hacia los niveles inferiores de los Distritos Olvidados. Y si mis cálculos son correctos, debería desembocar en algún lugar relativamente cerca de donde la Custodia marcó la ubicación de la Biblioteca Rota en tu mapa mental."

Miro la abertura oscura y estrecha con aprensión. Ascender por un conducto vertical en nuestro estado de agotamiento será difícil y peligroso. Y no tenemos ni idea de lo que nos espera al otro lado. "¿Crees que es seguro?", pregunto, aunque ya sé la respuesta.

Scrappy me mira, sus ojos reflejando el mismo agotamiento y la misma incertidumbre que siento yo, pero también una chispa de su determinación habitual. "Nada es seguro aquí abajo, Archivero", responde con una sinceridad brutal. "Pero es nuestra mejor opción. La única opción, de hecho. Quedarnos aquí es morir congelados o esperar a que algo nos encuentre. Prefiero morir intentando salir."

Tiene razón. Quedarnos aquí es rendirse. Tenemos que seguir adelante, tomar esta ruta desconocida y esperar lo mejor.

"De acuerdo", digo, asintiendo. "Vamos."

Scrappy va primero, comenzando la difícil escalada por el estrecho conducto ascendente, usando las muescas y salientes del metal como agarres. Yo la sigo de cerca, reuniendo mis últimas fuerzas para el ascenso hacia lo desconocido. Dejamos atrás el frío extremo y el silencio opresivo del sistema de refrigerante, pero sé que los peligros que nos esperan arriba pueden ser igual de mortales, aunque de naturaleza diferente.