Scrappy me mira con el ceño fruncido desde su posición más arriba en el conducto, su ojo cibernético girando para enfocarme. "¿Tranquilo y vivo?", repite, su voz ronca llena de escepticismo. "Esa combinación no suele darse en Oakhaven, Archivero. Suena a trampa. O a algo peor."
A pesar de su desconfianza, se acerca a la rejilla y pega la oreja al metal, escuchando atentamente. "No oigo nada", dice después de un momento. "Ni maquinaria, ni voces, ni bichos arrastrándose." Vuelve a mirarme. "Pero si tus Ecos dicen que no es hostil... supongo que es mejor que quedarse aquí acumulando polvo."
Con cuidado, usando una de las herramientas de su brazo cibernético, Scrappy manipula el mecanismo de cierre de la rejilla. Cede con un chirrido metálico sorprendentemente suave. Empuja la rejilla hacia adentro lentamente, revelando el espacio más allá.
Nos asomamos con cautela, esperando encontrar otro pasillo oscuro, otra ruina industrial o quizás una emboscada. Pero lo que vemos nos deja sin aliento, completamente desconcertados.
No es un pasillo, sino una habitación pequeña y abovedada. Y está... limpia. Y bien iluminada. La luz no proviene de lámparas parpadeantes o bombillas desnudas, sino de paneles luminosos integrados en las propias paredes, que emiten un brillo suave y cálido. La tecnología parece mucho más avanzada y, sobre todo, mejor mantenida que cualquier cosa que hayamos visto fuera del Nexo Custodio. El aire aquí es notablemente limpio, casi fresco, y huele débilmente a incienso o alguna especia aromática agradable, un contraste absoluto con el aire viciado y maloliente del conducto.
En el centro exacto de la habitación, sobre una simple estera tejida colocada en el suelo liso, hay una figura sentada en posición de loto, de espaldas a nosotros, aparentemente meditando. Viste túnicas sencillas de un color azafrán brillante, un color que parece casi imposiblemente vibrante en la penumbra habitual de Oakhaven.
¿Quién es? ¿Qué es este lugar? ¿Cómo puede existir algo así aquí, en las profundidades olvidadas, conectado a un conducto de servicio polvoriento? Mi mente lucha por procesar la incongruencia de la escena. Esto desafía toda lógica, toda experiencia previa en la Necrópolis.
Mientras observamos en silencio atónito, la figura sentada se mueve.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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