La decisión de partir nos es impuesta antes de lo que esperábamos. Ocurre durante una de mis sesiones de meditación profunda con el Hermano Theron. Estoy intentando sintonizar las corrientes más sutiles de la Señal, siguiendo su guía tranquila, buscando ese esquivo punto de equilibrio interior, cuando de repente siento una perturbación.
Es aguda. Violenta. Una disonancia desgarradora que atraviesa la calma armonizada del Templo como un cuchillo. Proviene del exterior, pero es tan intensa que las paredes armonizadas apenas pueden amortiguarla.
Abro los ojos bruscamente, mi concentración rota. "¿Qué es eso?", pregunto, mi corazón latiendo con fuerza de repente.
Theron, sentado frente a mí con los ojos todavía cerrados, frunce ligeramente el ceño, su serenidad habitual perturbada por primera vez desde que lo conozco. "Una disonancia... muy fuerte", murmura. "Alguien está intentando forzar la entrada al Templo. O, más bien...", hace una pausa, afinando su percepción, "están intentando atraer algo hacia él."
En ese instante, reconozco una parte de la firma psíquica que golpea nuestras defensas. Es inconfundible. El vacío frío y depredador del Cazador de Ecos. Pero hay algo diferente. Está... amplificada. Distorsionada. Como si su propia naturaleza caótica estuviera siendo forzada, canalizada, mezclada con otra energía igualmente malévola pero más... frenética. Más desesperada.
Scrappy, que estaba cerca desmontando y limpiando meticulosamente su pistola de energía recién reparada, levanta la cabeza al instante, alertada por el cambio en la atmósfera y nuestras reacciones. Su ojo cibernético brilla con intensidad. "¿El Cazador?", pregunta, su voz tensa, su mano ya en el arma.
"Él... y algo más", confirma Theron, abriendo los ojos. Su calma habitual ha desaparecido, reemplazada por una profunda preocupación. "Siento la resonancia de los Cultores del Eco Roto. Están usando algún tipo de... amplificador de Ecos. Una tecnología blasfema para manipular la Señal." Su mirada se clava en mí con urgencia. "Están intentando atraer al Cazador directamente hacia nosotros, usando tu propia resonancia amplificada, Silas, como cebo."
Un escalofrío de puro terror me recorre. Los Cultores. Sabía que eran una amenaza, pero esto... Han encontrado el Templo. Han detectado mi presencia a pesar de las defensas. Y están usando a mi perseguidor más implacable, al monstruo que casi acaba conmigo en dos ocasiones, como un arma dirigida. Están convirtiendo al Cazador en su perro de ataque personal, apuntándolo directamente a este santuario y a mí.
La relativa seguridad del Templo se ha evaporado en un instante. Estamos atrapados entre la espada de los Cultores y la pared del Cazador.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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