Salimos del centro de procesamiento de datos y entramos en un corredor metálico anónimo y decrépito. La débil luz roja de emergencia parpadea, apenas iluminando las paredes cubiertas de grafitis y óxido. El aire huele a polvo, metal viejo y ese hedor omnipresente de vida precaria que se filtra de los sectores habitados cercanos. Hemos cambiado el silencio polvoriento de los servidores muertos por la familiar penumbra de los niveles intermedios.
"De acuerdo, Archivero", dice Scrappy, ajustándose la bolsa y revisando su pistola por costumbre. "Nivel 7-Omega. Oficialmente, territorio Mecanista, pero es tan grande y está tan en ruinas que en la práctica es tierra de nadie." Su ojo cibernético barre las sombras. "Hay rumores sobre este nivel. Historias de 'zonas seguras', lugares donde la tecnología antigua, de los Arquitectos o de la Era del Fulgor, sigue funcionando de formas extrañas. Crean... anomalías estables."
"¿Anomalías estables?", repito, mientras uso el Sintonizador de Ecos para escanear nuestro entorno inmediato. Siento las huellas débiles de paso reciente, Ecos de miedo y prisa, pero nada que parezca una amenaza directa. El Eco frío y vacío del Cazador es ahora solo un pulso muy distante, casi perdido en el ruido de fondo general de la ciudad. Parece que el salto por el transportador nos ha dado algo de ventaja, al menos por ahora.
"Sí", asiente Scrappy. "Burbujas donde los Ecos se neutralizan, o donde las leyes físicas se doblan, o donde la energía residual crea barreras. Leyendas de carroñeros, la mayoría. Pero a veces..." Me mira fijamente. "A veces hay verdad en ellas. Tu Sintonizador. ¿Puedes calibrarlo para buscar algo así? Una resonancia de... estabilidad. O de tecnología arcana funcionando correctamente, no como la chatarra habitual."
Me concentro en el disco de latón y cobre. Recuerdo la calma ordenada del Nexo del Silencio, la serenidad viva del Templo del Eco Interior. Intento buscar una resonancia similar, pero filtrando las firmas específicas de los Custodios o de los Hermanos. Busco Ecos de maquinaria funcionando en armonía, de energía fluyendo establemente, de... orden en medio del caos.
Es difícil. El ruido de fondo psíquico del Nivel 7 es inmenso: los fantasmas de datos muertos del centro que acabamos de dejar, los Ecos de desesperación de los sectores residenciales cercanos, las vibraciones industriales de fábricas olvidadas. Pero el entrenamiento con Theron, aunque breve, me ha dado herramientas. Empiezo a discernir patrones débiles bajo la estática.
"Creo... creo que siento algo", digo finalmente, señalando con la cabeza hacia el oeste por el corredor principal. "Una resonancia débil, pero... coherente. Ordenada. Diferente a todo lo demás aquí." Es un hilo tenue, casi imperceptible, pero claro.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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