La extraña música matemática de los Ecos se intensifica, guiándonos a través del laberinto de tecnología muerta y lógica rota. Es una sensación desconcertante; la melodía es tranquilizadora en su coherencia, pero el entorno por el que nos movemos es cualquier cosa menos eso.
"¿Sientes eso?", pregunto a Scrappy en voz baja, aunque sé que la "música" no es audible en el sentido normal.
Ella asiente, su ojo cibernético parpadeando mientras sus sensores intentan analizar la extraña resonancia. "Sí. Es... raro. Como una máquina cantando. Mis sensores de audio no captan nada, pero... lo siento. Justo en el borde de la percepción." Su expresión es una mezcla de cautela e intriga.
Finalmente, llegamos a una intersección donde varios corredores oscuros y decrépitos se encuentran. La resonancia musical parece alcanzar su máxima intensidad aquí, pero no proviene del corredor principal, sino de un pasaje lateral más estrecho.
Este corredor lateral es diferente a los demás. Sus paredes están casi completamente ocultas por una densa maraña de cables de fibra óptica. Son gruesos, de aspecto antiguo, muy diferentes a los cables de datos más modernos que he visto en los Archivos o incluso en el centro de procesamiento. Algunos están rotos, colgando inertes o chisporroteando débilmente con energía residual. Pero muchos otros están intactos, y pulsan rítmicamente con una suave luz azulada que emana de su interior, iluminando el pasaje con un brillo fantasmal.
"Parece un antiguo conducto de datos principal", dice Scrappy, acercándose a examinar los cables con interés profesional. Toca uno de los cables pulsantes con la punta de un dedo metálico. "Tecnología de la Era del Fulgor, sin duda. Muy anterior a la mayoría de la infraestructura de red actual. La mayoría de estos conductos están muertos o completamente corrompidos después de la Cacofonía, pero este..." Su mirada sigue el brillo azulado que se pierde en la oscuridad del corredor. "...este parece activo. Y es de donde viene esa 'música' tuya, ¿verdad?"
"Sí", confirmo, el Sintonizador vibrando suavemente en mi mano, su luz ámbar reflejándose en los cables azules. "La resonancia viene directamente de ahí dentro."
Nos miramos por un momento. Este es claramente el origen de la señal que hemos estado siguiendo. La "zona segura", o lo que sea que haya al final de este túnel de luz y datos antiguos.
"Con cuidado", advierte Scrappy, levantando su pistola. "No sabemos qué hay al final."
Asiento. Avanzamos hacia el corredor de cables. La entrada es estrecha, y tenemos que apartar las gruesas fibras ópticas para pasar. Es como entrar en las entrañas de alguna bestia tecnológica olvidada. La luz azulada de los cables intactos nos rodea, creando un ambiente surrealista y claustrofóbico. La extraña música matemática de los Ecos se hace aún más fuerte aquí, resonando directamente en nuestras mentes, una melodía compleja y persistente que parece vibrar al unísono con la luz pulsante de los cables.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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