TRANSMISIÓN 185
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Transmisión 185

Transmisión 185

Fecha: 03.07.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada

El interior del apartamento de esquina es un reflejo del mundo exterior: una cápsula del tiempo de lujo y tragedia, congelada bajo una gruesa capa de polvo gris. Es espacioso, con techos altos y lo que debieron ser muebles elegantes y caros. Pero ahora, las sillas están volcadas, una mesa de cristal rota, y los sofás cubiertos por el omnipresente polvo. Terminales de datos personales, probablemente pantallas holográficas o interfaces neurales avanzadas, están integradas en las paredes, pero ahora son solo paneles oscuros y sin vida.

El Eco de la plaga de tristeza es fuerte aquí, como en todas partes en este nivel, pero se mezcla con las resonancias más íntimas y dolorosas de los últimos ocupantes del apartamento. Siento oleadas de fiebre, de debilidad creciente, de la desesperación final al darse cuenta de que no había escapatoria, ni siquiera para los ricos y privilegiados del Nivel 10-Beta. Es una atmósfera profundamente perturbadora, un recordatorio constante de la tragedia que selló este lugar.

Sin embargo, a pesar del polvo y los Ecos sombríos, el apartamento ofrece lo que buscábamos. Las grandes ventanas que dan a la esquina, aunque increíblemente sucias, están estructuralmente intactas, ofreciendo una vista panorámica (aunque polvorienta) de la desolada avenida de abajo y permitiéndonos vigilar los alrededores. Y lo más importante, después de una rápida inspección, parece estar vacío de cualquier ocupante actual, ya sea vivo, mutado o puramente basado en Ecos.

"Servirá", dice Scrappy, dejando caer su pesada bolsa de herramientas con un suspiro que levanta una pequeña nube de polvo. El alivio en su voz es palpable. "Al menos por un ciclo o dos. Necesito descansar. Y necesito trabajar en este brazo antes de que falle por completo." Señala su brazo cibernético, que todavía muestra signos del daño sufrido en nuestros encuentros anteriores.

Asiento, sintiendo que una ola de agotamiento me golpea ahora que la tensión de la búsqueda y la entrada ha pasado. La lucha constante contra la plaga de Ecos, incluso con mis escudos y el Sintonizador, es mentalmente agotadora. Me dejo caer pesadamente en uno de los sofás polvorientos, que cruje ominosamente bajo mi peso pero aguanta. El silencio del apartamento, roto solo por nuestra respiración y el lejano y constante lamento psíquico del nivel, es casi ensordecedor.

Mientras Scrappy se sienta en el suelo y comienza a desmontar meticulosamente los paneles de su brazo cibernético, sacando herramientas especializadas de su bolsa, yo aprovecho este respiro temporal. Saco con cuidado el pesado libro de los Arquitectos y la tablilla de cristal ámbar. Tenemos tiempo. Tenemos un refugio relativo. Es hora de intentar comprender mejor las claves y las maldiciones que llevamos con nosotros.

Transmisión recibida: 4/17/2025

ID: 185