Después del agotador esfuerzo mental que supone intentar descifrar el libro de los Arquitectos, dirijo mi atención a la tablilla de cristal ámbar que recuperé de la Biblioteca Rota. En comparación con el libro, leer los Ecos atrapados en la tablilla es mucho más sencillo, aunque todavía requiere concentración para filtrar la tristeza ambiental. Los Ecos aquí son más cercanos a la experiencia humana, más narrativos.
La tablilla contiene, como ya había percibido parcialmente, los diarios de un erudito de la Era del Fulgor tardía. Formó parte de una de las primeras expediciones organizadas a la Biblioteca Rota después de que fuera descubierta, en un tiempo en que la comprensión de la tecnología de los Arquitectos era aún incipiente y la Cacofonía era solo una amenaza creciente en el horizonte.
Los Ecos del diario transmiten una mezcla de emociones. Primero, el asombro y la maravilla ante la escala y la extrañeza de la tecnología Arquitecto encontrada en la Biblioteca. Luego, una creciente frustración al intentar descifrar los cristales de datos y comprender los principios subyacentes, muy diferentes a la ciencia y la tecnología de la Era del Fulgor.
A medida que avanzan las entradas del diario (o los Ecos que las representan), percibo un miedo creciente. El erudito escribe sobre la inestabilidad cada vez mayor de los Ecos profundos dentro de la Biblioteca, sobre extrañas fluctuaciones de energía y sobre rumores entre los equipos de exploración acerca de posibles "guardianes" o sistemas defensivos dejados por los Arquitectos, diseñados para proteger sus secretos.
El diario termina abruptamente. La última entrada está cargada de un pánico visceral y abrumador. Habla de "sombras que se mueven donde no debería haberlas", de "un silencio que grita" y de una sensación de presencia hostil e invisible. Claramente, fue escrita durante los primeros momentos de la Cacofonía, cuando la realidad misma comenzaba a desmoronarse y la Biblioteca Rota se convertía en la trampa mortal que es hoy.
Absorbo esta información, este relato de primera mano del principio del fin. Junto con los fragmentos que he extraído del libro de los Arquitectos y lo que nos dijo la Tejedora de Datos, siento que algunas piezas del inmenso rompecabezas de Oakhaven comienzan a encajar lentamente. Veo conexiones entre los Arquitectos, la Señal, los Ecos, la Cacofonía y quizás incluso mi propia existencia.
Pero la imagen completa sigue siendo vasta, aterradora y en gran parte oculta en las sombras de milenios de historia olvidada y cataclismos cósmicos. Estoy lidiando con fuerzas que apenas puedo empezar a comprender, y la responsabilidad que siento pesar sobre mis hombros es inmensa.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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