Transmisión 200

Fecha: 18.07.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada

Scrappy se acerca inmediatamente a la pared con su escáner sónico, verificando mi afirmación. La pequeña pantalla holográfica muestra el cambio en la estructura interna.

"Sí", confirma, asintiendo con satisfacción. "El mecanismo de cierre principal está desactivado. Buen trabajo, Archivero. Silencioso y efectivo." Guarda el escáner. "Ahora solo queda la parte física. Tenemos que atravesar el hormigón para llegar a la puerta."

Saca otra herramienta de su bolsa, una que parece más industrial: un cortador de plasma compacto pero potente. Ajusta la boquilla y lo enciende con un siseo bajo y controlado.

"Retrocede un poco", me advierte.

Scrappy se pone a trabajar en la pared de hormigón, siguiendo los contornos de la puerta oculta que el escáner había revelado. El haz de plasma concentrado corta el hormigón antiguo con un calor intenso pero sorprendentemente silencioso, derritiendo el material siglo tras siglo con una precisión experta. El olor a piedra quemada llena el aire del túnel.

Trabaja con rapidez y eficiencia, claramente experimentada en este tipo de... demolición controlada. Corta un rectángulo en la pared, lo suficientemente grande como para que podamos pasar cómodamente. El proceso lleva varios minutos, durante los cuales permanezco alerta, escuchando cualquier sonido en el túnel, temiendo que el leve siseo del plasma o el olor atraigan atención no deseada.

Finalmente, Scrappy termina el corte y apaga el cortador. Con cuidado, utiliza una barra de palanca improvisada para empujar la sección de hormigón cortada. Con un ruido sordo y pesado, el bloque rectangular cede y cae hacia adentro, hacia la oscuridad del otro lado, levantando una nube de polvo antiguo.

Más allá de la abertura recién creada, solo hay oscuridad. Una oscuridad profunda y silenciosa. Y el olor a aire estancado, aire que no ha circulado durante incontables siglos.

Scrappy ilumina el interior con la lámpara portátil que había conectado a la célula de energía en el apartamento. La luz lucha por penetrar la oscuridad, revelando apenas los primeros metros de lo que parece ser una sala metálica.

"Damas primero", dice Scrappy de nuevo, aunque esta vez su tono es más práctico que sarcástico, consciente del peligro desconocido que podría acechar dentro. "Bienvenido al búnker, Archivero. Esperemos que sea tan seguro como dicen las leyendas."

Respirando hondo, cruzo la abertura recién cortada, pasando del túnel polvoriento al interior oscuro y silencioso del búnker. Scrappy me sigue de cerca, su pistola preparada.

Hemos encontrado un nuevo refugio. Pero mientras la oscuridad nos envuelve, no puedo quitarme de encima la sensación de que, al abrir esta puerta olvidada, podríamos haber perturbado algo más que solo polvo y aire viciado. El silencio aquí se siente... diferente. Demasiado perfecto.