Transmisión 225

Fecha: 12.08.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada (¿Relevante?)

Aterrizamos bruscamente, con un impacto que me sacó el aire de los pulmones, sobre una superficie dura y fría. El tirón violento cesó tan abruptamente como había comenzado, dejándonos jadeando y desorientados en un nuevo tipo de penumbra.

La oscuridad absoluta del Vacío Resonante había desaparecido, reemplazada por una luz grisácea y polvorienta, cuya fuente no logro identificar. El aire aquí no es frío y absorbente, sino estancado, con un olor penetrante a metal oxidado, a polvo antiguo y a... nada. El silencio opresivo también ha cambiado; ya no es el vacío activo que amortiguaba los Ecos, sino un silencio muerto, pesado, la ausencia total de cualquier signo de vida o resonancia normal.

Me pongo en pie con dificultad, ayudado por Scrappy. Miramos a nuestro alrededor. Estamos en lo que parece ser otro túnel o corredor, pero es... extraño. Profundamente incorrecto. Las paredes no son lisas ni uniformes. Parecen estar hechas de fragmentos de diferentes estructuras, diferentes épocas, diferentes realidades, fusionados al azar como en un collage de pesadilla: secciones de metal oxidado de túneles de servicio junto a bloques de piedra antigua con grabados irreconocibles; haces de cables de fibra óptica rotos incrustados directamente en hormigón agrietado; paneles de control destrozados de la Era del Fulgor junto a restos descoloridos de murales que parecen obra de los Arquitectos. Es como si diferentes capas de Oakhaven hubieran sido aplastadas y pegadas juntas aquí, sin orden ni concierto.

Scrappy se levanta rápidamente, revisando sus implantes y asegurándose de que su pistola sigue operativa. "¿Dónde... dónde estamos?", jadea, su ojo cibernético girando mientras intenta procesar el entorno. "No lo sé. Mis sensores están locos. Las lecturas de energía son erráticas. Las constantes gravitacionales locales son... inestables." Mira hacia atrás, en la dirección de la que vinimos, pero no hay ninguna abertura visible, ninguna señal del portal. Solo una pared sólida hecha de esa misma fusión caótica de materiales. "Parece que el 'Protocolo Cero Absoluto' nos escupió a algún lugar... fuera del mapa."

Saco instintivamente el Sintonizador de Ecos. El cristal ámbar sigue completamente oscuro. "No hay Ecos", confirmo, sintiendo de nuevo esa ceguera psíquica. "O al menos, ninguno que pueda leer. Es como la cámara del Protocolo, pero... más grande. Más... roto."

"El camino inestable que viste en el mapa", dice Scrappy sombríamente, su mirada recorriendo el túnel fracturado. "Parece que lo encontramos." Su expresión se endurece. "Este lugar... se siente mal. Como si la realidad misma estuviera a punto de deshacerse aquí."

Tiene razón. Hay una tensión subyacente en el aire, una sensación de fragilidad insoportable, como si estuviéramos caminando sobre cristal increíblemente delgado que pudiera romperse en cualquier momento. Y aunque no hay Ecos discernibles, siento... algo. Una presencia difusa, vasta y terriblemente hambrienta, observándonos desde todas direcciones, desde las propias paredes rotas. El Devorador. Nuestra breve incursión cerca de la Cicatriz nos ha marcado, y ahora estamos en su... ¿territorio? ¿O en una zona de influencia donde la realidad misma está contaminada por su proximidad? El alivio de haber escapado del Vacío Resonante se ve rápidamente eclipsado por un nuevo tipo de miedo.