TRANSMISIÓN 25
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Transmisión 25

Transmisión 025

Fecha: 25.01.2189 Hora: 11:09

Kex. Supervisora. Taller 4-Sigma-Prime. Las palabras resuenan en mi cabeza, luchando contra la niebla del lodo psicoactivo. Estoy en su territorio. Completamente a su merced. La calma con la que me ha recibido, la falta de hostilidad abierta, es casi más inquietante que una amenaza directa. Es la calma del depredador que sabe que su presa no tiene escapatoria.

"¿Cómo...?", empiezo a preguntar, mi voz temblorosa, pero Kex me corta antes de que pueda terminar la pregunta. Su eficiencia es casi insultante.

"Detectamos tu uso no autorizado de nuestro puesto avanzado...", dice, su voz metálica resonando con una tranquilidad exasperante. Se refiere a la caseta, a los suministros que tomé. "...y el intercambio posterior." El trato por la Brújula. Lo saben todo. "Y hemos estado monitorizando tu... errático... progreso a través de los conductos."

Errático. Una forma suave de decir que me he arrastrado como una rata ciega y drogada. La palabra me golpea con la fuerza de una bofetada. Han estado observándome todo el tiempo. Probablemente se han estado riendo de mis torpes intentos de seguir su mapa, de mi encuentro con los Cosechadores, de mi caída, de mi desesperación en el conducto. Soy un entretenimiento para ellos. Un espécimen interesante.

Su tono no es acusatorio, ni siquiera burlón. Es puramente factual. Como si estuviera leyendo un informe técnico. "Perdiste el datapad, ¿verdad?"

La pregunta retórica me hace sentir aún más estúpido. Asiento en silencio, la vergüenza mezclándose con el miedo y la desorientación. "Sí", consigo murmurar. "Una pasarela... cedió. Me atacaron... unas criaturas."

"Los Cosechadores de Quitina", dice Kex, como si estuviera hablando del clima. "Molestos, pero predecibles. Deberías haber seguido la ruta exacta que te proporcionamos." Hay un ligero matiz de reproche en su voz ahora, la impaciencia de la máquina ante el error orgánico. "Se desvió por una razón." Claro. La ruta segura. La que yo, en mi pánico, abandoné por un atajo inestable. Mi propia estupidez me ha traído aquí.

Hace una pausa. Su ojo cibernético rojo zumba suavemente, escaneándome de nuevo con una intensidad que me hace sentir desnudo. "También detectamos residuos de lodo psicoactivo en tu ropa. Y en tu torrente sanguíneo." Mierda. Pueden detectar eso también. "¿Cuánto inhalaste? ¿Cuánto contacto tuviste?"

"No lo sé", admito, sintiendo una nueva oleada de mareo. Los patrones de colores en mi visión parecen intensificarse bajo su escrutinio. "Intenté evitarlo, pero... toqué un charco. Me limpié, pero..."

Kex asiente, como si confirmara sus propios análisis. "Los efectos son evidentes. Desorientación, distorsión sensorial leve, posible deterioro cognitivo a corto plazo si no se trata." Su diagnóstico es rápido, preciso, aterrador. "Necesitarás un purgador neural."

Un purgador neural. He oído hablar de ellos. Cócteles químicos o tratamientos sónicos diseñados para limpiar neurotoxinas, contrarrestar efectos psíquicos no deseados, o... borrar recuerdos. ¿Qué tipo de purgador tienen ellos?

"Tenemos algunos aquí", continúa Kex, anticipándose a mi pregunta no formulada. Se gira hacia uno de los otros Mecanistas, uno con implantes ópticos azules que brillan intensamente. "Jax, prepara una dosis estándar de Purgador-7."

El Mecanista llamado Jax asiente sin decir palabra, con la eficiencia silenciosa de un dron, y se dirige a un armario metálico empotrado en la pared del taller.

Purgador-7. El nombre no me dice nada. ¿Es seguro? ¿O tiene efectos secundarios ocultos? Pero, ¿tengo elección? Necesito aclarar mi cabeza. Necesito deshacerme de estas alucinaciones, de esta sensación de irrealidad, si quiero tener alguna posibilidad de sobrevivir.

Pero sé que no será gratis. Nada lo es con ellos.

"¿Por qué?", pregunto, mi voz apenas un susurro, pero cargada de la desconfianza que no puedo ocultar. "¿Por qué me ayudáis? Me llamasteis intruso. Os robé comida. Perdí vuestro mapa."

Kex se encoge de hombros, un gesto extrañamente humano en su figura parcialmente mecánica. "Los suministros son reemplazables. El datapad era prescindible una vez memorizada la ruta, aunque tu incompetencia nos ha costado tiempo." Auch. "Y tu 'intrusión' nos proporcionó un artefacto Custodio interesante." La Brújula. "Considerémoslo un pago inicial."

Pago inicial. Así que el trato no ha terminado. Sabía que era demasiado bueno para ser verdad.

"En cuanto a ayudarte...", continúa, su ojo cibernético enfocándose de nuevo en mí. "...digamos que tenemos un interés mutuo en asegurar que ciertos artefactos..." Su mirada se detiene significativamente en el lugar donde llevo oculto el mapa estelar. "...no caigan en las manos equivocadas. Ni en las de los fanáticos del Eco Roto, ni en las de los censores de los Archivos."

"Y...", añade, "...tenemos interés en mantenernos informados sobre las actividades de otras facciones. Incluyendo a los Custodios."

Así que eso es. Soy una fuente de información. Una ventana a las actividades de sus rivales. Mi encuentro con la Custodia, mi posesión del mapa... me convierten en un activo valioso para ellos. Al menos, mientras les sea útil.

Jax regresa en ese momento, sosteniendo un inyector hipodérmico lleno de un líquido perfectamente claro. Se lo ofrece a Kex con un gesto silencioso.

"Esto neutralizará los efectos del lodo y aclarará tu cabeza", explica Kex, tomando el inyector con su mano metálica. La aguja brilla débilmente bajo las luces del taller. "Te permitirá pensar con claridad de nuevo. Algo que necesitas desesperadamente."

Sostiene el inyector frente a mí, pero no hace ningún movimiento para administrarlo. La oferta está ahí, pero el precio está implícito.

"Pero necesitamos algo a cambio, Archivero", dice finalmente, confirmando mis temores. "Más allá de la Brújula."

Retrocedo instintivamente un paso. El miedo vuelve a atenazarme. "¿Qué queréis ahora?", pregunto, mi voz apenas audible. "¿El mapa?"

Kex niega con la cabeza, un movimiento casi imperceptible. "Ya te dijimos que el mapa es demasiado problemático por ahora." Por ahora. La palabra sigue flotando en el aire. "Queremos información."

Información. Eso puedo manejarlo. Quizás. Depende de qué información.

"Queremos saber todo lo que te dijo la Custodia", especifica Kex, su voz bajando un tono, volviéndose más intensa. "Sus palabras exactas, si es posible. Su apariencia, si es que tenía una forma definida. La naturaleza del nodo donde la encontraste, el Corazón Silente. Todo."

Quieren interrogarme sobre mi encuentro con la Custodia. Quieren cada detalle. Quieren usarme para espiar a sus rivales. El purgador neural a cambio de traicionar la poca confianza que la Custodia depositó en mí. Otra elección imposible. Otra apuesta desesperada. Y el inyector con su promesa de claridad mental espera en la mano metálica de Kex.

Transmisión recibida: 4/17/2025

ID: 25