Llegamos al túnel indicado por Scrappy. Es enorme, claramente diseñado para vehículos de carga pesados, pero la entrada está parcialmente derrumbada. Tenemos que trepar sobre rocas resbaladizas y escombros metálicos retorcidos para acceder al interior.
Dentro, la oscuridad es casi total, apenas mitigada por la lámpara de Scrappy. Nos encontramos en lo que fue una línea de metro de carga. Vemos los restos oxidados de vías de tren que se pierden en la negrura y los esqueletos de vagones de carga descarrilados, volcados como bestias muertas. El túnel es húmedo, el aire pesado con el olor a metal oxidado y la podredumbre omnipresente de los Sumideros.
"La línea 14", explica Scrappy mientras avanzamos con cautela, su voz resonando en el espacio cavernoso. "Solía transportar residuos tóxicos desde las fábricas del Nivel 9 hasta los pozos de vertido profundos, allá abajo." Señala hacia las profundidades insondables. "Ahora es solo otro rincón olvidado y peligroso de la Red de Sombra."
Avanzamos por el túnel abandonado. El silencio aquí es diferente al silencio muerto del búnker sellado o al silencio expectante del Vacío Resonante. Es un silencio pesado, opresivo, lleno de los susurros húmedos de criaturas desconocidas que sin duda acechan en los vagones volcados y el goteo constante de líquidos tóxicos desde el techo agrietado.
Los Ecos son un miasma confuso y desagradable. Capas de miseria industrial –el trabajo monótono y peligroso de los que construyeron y operaron esta línea– se mezclan con la descomposición biológica de incontables ciclos de abandono y la presencia de las criaturas que ahora habitan aquí.
Saco el Sintonizador de Ecos. Ahora que estamos lejos de la influencia directa y abrumadora del Corazón de la Máquina, el cristal ámbar deja de parpadear erráticamente y comienza a emitir un brillo suave y constante. Puedo filtrar el ruido de fondo de nuevo, aunque la cacofonía general de los Sumideros sigue siendo densa y difícil de penetrar.
Detecto Ecos débiles de movimiento en los túneles laterales que se bifurcan de este y en los vagones volcados a nuestro lado. Criaturas pequeñas, carroñeras, probablemente más asustadas de nosotros que nosotros de ellas. Las ignoramos.
Pero entonces siento algo más. Algo que hiela la sangre. Una resonancia fría, persistente, familiar y aterradora. Una ausencia que se siente como una presencia. Parece seguirnos, manteniendo una distancia... pero se está acercando.
"El Cazador", susurro, mi voz apenas audible por encima del goteo constante. Me vuelvo hacia Scrappy, que se detiene al instante al ver mi expresión. "Todavía está ahí fuera. Y creo... creo que se está acercando."
Transmisión recibida: 4/17/2025
ID: 252