Guardianes del Corazón. La Primera Canción. Las palabras resuenan en el silencio de la cámara, cargadas de un peso histórico que apenas puedo empezar a comprender. Mientras la voz múltiple habla, siento un cambio en la atmósfera de la sala. Los patrones luminosos en las paredes curvas parecen intensificarse, su brillo anaranjado haciéndose más vivo, sus formas fluidas moviéndose con mayor rapidez.
Simultáneamente, siento una oleada de Ecos antiguos y alienígenas llenar mi mente, no de forma agresiva, sino como una marea informativa que amenaza con ahogarme por su pura vastedad y extrañeza. No son los Ecos fríos y matemáticos de los Arquitectos, ni los Ecos caóticos y emocionales de la humanidad. Son... diferentes. Orgánicos, fluidos, basados en patrones de crecimiento biológico, en el flujo de energía geotérmica, en la resonancia armónica de la propia materia planetaria. Es como escuchar la memoria silenciosa de las rocas, el canto lento del magma, la historia escrita en la estructura misma del mundo.
"¿La Primera Canción?", repito, mi voz temblorosa por el asombro y la sobrecarga psíquica. Recuerdo la frase del libro de los Arquitectos, la referencia a la "chispa de la Primera Canción" como la llave para desbloquear su conocimiento. "¿Sois... anteriores a los Arquitectos?"
La voz múltiple de los Guardianes parece... divertida. Hay una ondulación en su coro mental, una resonancia que sugiere una perspectiva del tiempo tan vasta que nuestras preocupaciones lineales les resultan casi pintorescas.
<< El tiempo es... fluido >>, responden. << Lineal solo para mentes limitadas. >> La implicación es clara: nuestra percepción del antes y el después es una simplificación burda de una realidad mucho más compleja.
<< Existíamos cuando los que llamáis Arquitectos tejieron sus patrones sobre este mundo >>, continúan, confirmando su antigüedad. << Existíamos cuando la disonancia cristalina intentó imponer su orden. >> ¿Se refieren a los Mecanistas? ¿O a algo aún más antiguo, la "intrusión fría y lógica" que vi en mis visiones? << Existíamos cuando el Devorador rasgó el tejido. Y existimos ahora. >>
Han sido testigos de todo. De la creación, de la casi destrucción, del ciclo interminable de orden y caos que ha marcado la historia de este planeta, de esta realidad.
<< Somos la memoria de la roca >>, explican, su voz múltiple tejiendo una imagen mental de capas geológicas y eras incontables. << La resonancia de la llama interior >>, evocando el calor primordial del núcleo planetario. << La armonía latente bajo la estática. >> La Señal fundamental, quizás, en su forma más pura y original, antes de ser codificada o corrompida.
Mi mente se tambalea ante las implicaciones. ¿Estoy hablando con una conciencia planetaria? ¿Una forma de vida simbiótica basada en la energía geotérmica y la resonancia psíquica, que ha perdurado a través de cataclismos cósmicos? Es una idea que rompe todos los esquemas, que redefine mi comprensión del universo y de la propia vida. Los Arquitectos, los Custodios, los Mecanistas... todos parecen recién llegados, facciones menores en un drama cósmico mucho más antiguo y profundo.
Y nosotros, Silas el archivero resonante y Scrappy la carroñera cínica, acabamos de tropezar con sus guardianes olvidados.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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