Transmisión 279

Fecha: 11.10.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada

La pregunta de Scrappy, "¿'Por ahora'?", queda flotando en el aire cargado de la cámara, dirigida tanto a mí como a la presencia invisible de los Guardianes. La respuesta llega de nuevo como un coro mental, pero esta vez siento un cambio en su enfoque, una concentración de su vasta conciencia dirigida directamente hacia mí.

<< La perturbación que causasteis en el Corazón >>, dicen, y sé que ahora se refieren al otro Corazón, el nodo de poder que encontramos en la caverna de magma, donde me enfrenté a los Cultores y al Cazador. << Al repeler al Devorador y sobrecargar los dispositivos Cultistas... resonó profundamente. >>

Siento un escalofrío recorrer mi espalda al recordar la sensación de poder crudo fluyendo a través de mí, la armonía forzada que desaté. Pensé que las consecuencias se limitarían a atraer la atención del Cazador o de las facciones locales. Estaba equivocado. Terriblemente equivocado.

<< Ha despertado cosas que dormían >>, continúan los Guardianes, su voz múltiple teñida de una gravedad que antes no estaba presente. << Ha atraído atención no deseada, no solo de las facciones de la ciudad >> -piensan en Silenciadores, Mecanistas, Cultores, las amenazas que ya conocemos- << sino de... otros lugares. >>

Otros lugares. La frase es vaga, pero la sensación que la acompaña no lo es. Siento una expansión en mi percepción, una sugerencia de realidades o dimensiones más allá de la nuestra, más allá incluso del Vacío Resonante que ya sé que existe como un espacio intermedio lleno de Ecos y peligros.

<< El Vacío Resonante no es el único espacio adyacente a vuestra realidad fracturada. >>

La implicación es aterradora. Nuestra realidad no solo está rota, sangrando Ecos en el Vacío. Está rodeada, quizás, por otras realidades, otros planos de existencia, habitados por... ¿qué? ¿Entidades? ¿Fuerzas? ¿Principios cósmicos? Y mis acciones, mi "canto" resonante, han actuado como una campana, una señal que ha cruzado esas barreras interdimensionales.

Un nudo de hielo se forma en mi estómago. El miedo que siento ahora es diferente, más profundo, más existencial que el miedo a los Silenciadores o incluso al Cazador. "¿Qué... qué tipo de atención?", pregunto mentalmente, mi voz temblando incluso en el plano psíquico.

La respuesta de los Guardianes es abstracta, pero no menos aterradora por ello.

<< Hay entidades que se alimentan de la disonancia >>, dicen, y siento una resonancia de caos hambriento, similar pero diferente a la del Devorador. << Hay otras que buscan imponer su propio orden >>, y percibo una frialdad lógica y cristalina, reminiscente de los Mecanistas pero a una escala cósmica. << Y hay aquellas que simplemente... observan y esperan. >> Una sensación de vasta indiferencia, de inteligencias antiguas e incomprensibles cuyos motivos están más allá de mi entendimiento.

<< Vuestra 'canción' ha sido escuchada >>, concluyen, su atención volviendo a centrarse firmemente en mí. << Y ahora sois parte de una sinfonía mucho más grande y peligrosa. >>

Ya no soy solo un fugitivo en una ciudad distópica. Soy una nota discordante en una composición cósmica, una nota que ha atraído la atención de los directores de orquesta... y de las criaturas que acechan entre los atriles. La relativa seguridad de este Corazón se siente de repente muy, muy frágil.