Transmisión 287

Fecha: 19.10.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada

Mi pregunta sobre cómo salir, ahora que la entrada original está sellada, queda resonando en la cámara. Scrappy y yo esperamos, preguntándonos si los Guardianes nos ofrecerán una salida o si estamos verdaderamente atrapados en este santuario alienígena.

La respuesta llega, como siempre, como un coro mental, interrumpiendo nuestros pensamientos ansiosos.

<< Hay otras rutas >>, transmiten los Guardianes, y siento una imagen mental superpuesta a mi visión: una red de túneles y conductos que se ramifican desde el Corazón, no las estructuras artificiales de Oakhaven, sino algo más antiguo, más natural, como las venas del propio planeta. << Caminos olvidados que conectan el Corazón con otras... venas... del planeta. >>

Una red subterránea secreta, anterior incluso a los Arquitectos, que une este nexo de poder con otros lugares. Una posibilidad de escape se abre ante nosotros. Pero, como siempre con estos seres antiguos, la oferta viene con una advertencia implícita y explícita.

<< Pero no están exentos de peligros >>, continúa la voz múltiple, su tono volviéndose grave. << Y una vez que os vayáis, la protección de nuestra armonía se desvanecerá. Estaréis de nuevo en la cacofonía. Y seréis... visibles. >>

Visibles. Expuestos de nuevo a los Ecos caóticos, a los sensores de los Mecanistas, a la percepción psíquica de los Silenciadores y, lo que es peor, a la posible atención del Cazador y de esas otras entidades cósmicas de las que nos advirtieron. Dejar el santuario significa volver a ser presas.

"¿Qué clase de peligros?", pregunta Scrappy en voz alta, siempre directa al grano.

La respuesta de los Guardianes es escalofriante en su simplicidad.

<< Criaturas de las profundidades que rara vez ven la luz >>, dicen, y siento Ecos fantasmales de formas retorcidas adaptadas a la oscuridad absoluta y a la presión aplastante, seres que harían parecer a los mutantes de los Sumideros simples mascotas. << Zonas de energía geotérmica inestable >>, evocando imágenes de túneles colapsados por erupciones de vapor o inundados por magma. << Y Ecos... Ecos muy antiguos y poderosos, de las eras anteriores a los Arquitectos, que pueden consumir las mentes no preparadas. >> Memorias residuales de conciencias primordiales, de eventos cósmicos olvidados, lo suficientemente potentes como para volver loco a cualquiera que se tropiece con ellas sin la debida protección psíquica.

Scrappy y yo intercambiamos una mirada tensa. Los peligros suenan... considerables. Tan malos, o quizás peores, que los que ya hemos enfrentado en los Sumideros. No hay escapatoria fácil.

"¿Y a dónde llevan esas rutas?", pregunto mentalmente, intentando mantener la calma.

<< Algunas llevan a secciones aún más profundas y desconocidas bajo Oakhaven >>, responden los Guardianes, sugiriendo abismos que ni siquiera las leyendas de los carroñeros mencionan. << Otras... serpentean hacia arriba, hacia niveles más cercanos a la superficie, pero a través de caminos olvidados, lejos de las rutas habituales de la Red de Sombra. >>

Una de estas rutas ascendentes capta mi atención, una posibilidad de volver a niveles más familiares, aunque no necesariamente más seguros.

<< Una de ellas, si lográis navegarla >> -la advertencia sobre la dificultad es clara- << emerge cerca de lo que llamáis el Nivel 5, en los antiguos Distritos de Manufactura Arcana. >>

El Nivel 5. Mucho más arriba de donde hemos estado desde que huimos de los Archivos. Territorio peligroso, sí, conocido por sus Ecos industriales inestables, la presencia de Mecanistas buscando tecnología perdida y patrullas ocasionales de Silenciadores. Pero también... más cerca de la "civilización", o lo que queda de ella. Más cerca de posibles recursos, información, quizás incluso aliados como Gear. Una opción arriesgada, pero que nos alejaría de las profundidades desconocidas y nos acercaría a un entorno donde, al menos, tenemos alguna posibilidad de entender las reglas del juego.