La decisión está tomada. La ruta elegida. La llave armónica para la salida, grabada en mi mente. Es hora de dejar atrás la extraña seguridad del Corazón.
Nos preparamos para partir, recogiendo nuestras escasas posesiones. Scrappy guarda sus herramientas de reparación, revisa por última vez su brazo cibernético ahora funcional y carga su pistola con una determinación sombría. Yo guardo el cristal de datos de Theron, el Sintonizador de Ecos, y me aseguro de que el libro de los Arquitectos y el mapa estelar estén bien sujetos bajo mi chaqueta. Estos artefactos son ahora más parte de mí que nunca, extensiones de mi propia resonancia y la clave de mi supervivencia... o mi perdición.
Mientras nos dirigimos hacia la salida de la cámara central, no puedo evitar sentir una mezcla compleja de emociones. Hay gratitud, profunda y sincera, hacia los Guardianes por el santuario y el conocimiento que me han ofrecido. He aprendido más en estos pocos ciclos aquí de lo que podría haber imaginado, he empezado a vislumbrar el verdadero potencial de mis habilidades y la naturaleza de la realidad que me rodea.
Pero también hay temor. Temor a lo que nos espera fuera, a la cacofonía de Oakhaven, a los perseguidores que sin duda no han olvidado. Temor a las entidades cósmicas cuya atención he atraído. Temor a mi propio poder, a la responsabilidad que conlleva, a la posibilidad de fallar o de ser corrompido por él.
Y hay una sensación innegable de cambio. Ya no soy el mismo archivero asustado que tropezó con este lugar. El conocimiento me ha cambiado. La conexión con los Guardianes me ha cambiado. La comprensión de mi lugar en esta "sinfonía peligrosa" me ha cambiado. Salgo de este Corazón como algo diferente, un "Tejedor incipiente", con todo el peligro y la incertidumbre que ese título implica.
Emergemos de la estructura cerámica negra de vuelta a la inmensa caverna exterior. El calor sofocante nos golpea de nuevo como un muro físico, y el aire espeso y sulfuroso llena nuestros pulmones. Los géiseres de vapor sisean y rugen a nuestro alrededor, y el suelo vibra con el poder geotérmico latente bajo nuestros pies.
Seguimos las indicaciones mentales de los Guardianes, rodeando el perímetro de la caverna hasta llegar al lado opuesto de donde entramos originalmente. Aquí, cerca de la pared rocosa, flujos de magma brillante y viscoso se deslizan lentamente, creando un paisaje infernal de roca fundida y vapor ondulante. Según los Guardianes, la salida está oculta justo detrás de una de estas cortinas de fuego líquido.
"Esto va a ser divertido", murmura Scrappy a mi lado, ajustándose las gafas protectoras y revisando su equipo. Su cinismo habitual ha vuelto con fuerza ahora que estamos de nuevo en un entorno abiertamente hostil.
Me detengo al borde del flujo de magma, el calor intenso golpeándome en la cara, haciendo que el sudor brote instantáneamente. Saco el libro de los Arquitectos, sintiendo su fría superficie metálica como un ancla en medio de este infierno. Respiro hondo, intentando encontrar el centro de calma que cultivé en el Corazón, aislando mi mente del calor abrasador y del rugido de la caverna.
Recuerdo la secuencia armónica que los Guardianes me mostraron: compleja, precisa, una melodía tejida con la propia energía de este lugar. Me concentro, usando el libro como foco, y comienzo a "cantar".
No es un canto audible, sino una proyección de resonancia pura desde mi mente. Siento la energía fluir de mí, moldeada por mi voluntad y guiada por los patrones del libro. Siento cómo interactúa con la energía ambiental del Corazón, con las vibraciones primordiales de la roca y el magma. Tejo la nota inicial, luego la segunda, la tercera, construyendo la armonía compleja, sintiendo la tensión aumentar en el aire a mi alrededor. Es como afinar un instrumento cósmico, buscando la frecuencia exacta que desbloqueará la puerta oculta.
Y entonces, sucede. Lentamente, de forma casi antinatural, la cortina de magma directamente frente a nosotros parece... separarse. El flujo incandescente de roca fundida se desvía hacia ambos lados, como si una fuerza invisible lo estuviera apartando. El movimiento revela una abertura oscura en la pared de la caverna más allá, un túnel negro que promete una salida... o una nueva trampa. El calor que emana del espacio recién abierto sobre el magma es abrasador, casi insoportable, pero el camino está abierto. Por ahora.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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