TRANSMISIÓN 290
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Transmisión 290

Transmisión 290

Fecha: 22.10.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada

La cortina de magma está abierta, revelando la oscuridad del túnel más allá. Pero sé que mi concentración, mi "canto" armónico, no puede mantenerla así indefinidamente. La energía necesaria es considerable, y siento que la estructura resonante que he creado ya empieza a flaquear.

"¡Ahora!", grita Scrappy, sacándome de mi trance.

No hay tiempo para dudar. Corremos. Cruzamos el espacio abierto sobre el lecho de magma, un puente invisible de apenas unos metros, pero que se siente como un kilómetro. El calor que irradia desde abajo es increíblemente intenso, quemándonos la piel expuesta, chamuscando los bordes de nuestra ropa. Siento como si estuviera corriendo sobre la superficie del sol.

Nos lanzamos de cabeza a la abertura oscura del túnel justo cuando oigo un rugido sordo detrás de nosotros. Me vuelvo instintivamente y veo cómo la cortina de magma vuelve a cerrarse con una rapidez aterradora, el flujo de roca fundida chocando consigo mismo, sellando la entrada, borrando nuestro camino de regreso al Corazón. Estamos fuera. Estamos solos de nuevo.

Nos encontramos en otro túnel, pero este es diferente a los conductos de servicio o las líneas de metro de Oakhaven. Es claramente un conducto natural, un tubo de lava solidificada formado hace eones, o quizás un túnel excavado por los propios constructores del Corazón. Las paredes son de roca volcánica negra y lisa, pulida por antiguos flujos de magma. Y el calor sigue siendo intenso, aunque curiosamente soportable. Alguna forma de ventilación natural, o quizás una tecnología olvidada integrada en la propia roca, mantiene el aire circulando y evita que nos asemos vivos.

El túnel asciende constantemente, serpenteando hacia arriba a través de la roca madre del planeta. Avanzamos durante lo que parecen ciclos interminables. Aquí abajo, en esta ruta olvidada, no encontramos criaturas mutantes ni signos de bandas de carroñeros. Parece un camino verdaderamente perdido, protegido por el calor extremo y la proximidad al Corazón. Los únicos Ecos son los primordiales de la roca y el fuego que ya sentí al descender, y la resonancia distante, ahora casi tranquilizadora en su familiaridad, del propio Corazón que dejamos atrás.

Aprovecho este ascenso relativamente tranquilo y sin interrupciones para practicar. Saco el Sintonizador de Ecos y experimento con las técnicas de enfoque y proyección que aprendí de los Guardianes y del cristal de Theron. Descubro que puedo usar el Sintonizador no solo para filtrar o analizar Ecos externos, sino también para enfocar y modular mi propia resonancia con mayor precisión.

Concentrándome a través del dispositivo, puedo "sentir" la estructura del túnel por delante, detectar cambios sutiles en la temperatura o la composición del aire, percibir las débiles corrientes de energía geotérmica que aún fluyen a través de la roca circundante. Es como desarrollar un nuevo sentido, una forma de ecolocalización psíquica. Mis habilidades están creciendo, volviéndose más refinadas, más controladas. Ya no son solo explosiones erráticas de poder, sino herramientas que puedo empezar a manejar con cierta habilidad. Aunque todavía siento el peso del agotamiento acumulado, la fatiga psíquica de los esfuerzos anteriores, también siento una creciente confianza en mi capacidad para interactuar con el mundo a este nivel fundamental.

Scrappy, mientras tanto, avanza a mi lado en un silencio concentrado. Está más callada de lo habitual, quizás procesando nuestro encuentro con los Guardianes o simplemente enfocada en el arduo ascenso. Noto que el calor parece afectarle menos de lo que esperaba; sus componentes cibernéticos deben tener sistemas de refrigeración eficientes o estar hechos de materiales excepcionalmente resistentes. Su resistencia es admirable, una máquina de supervivencia perfectamente adaptada a este entorno infernal.

Después de lo que parece una eternidad subiendo en la oscuridad cálida y silenciosa, empezamos a notar cambios. El calor opresivo disminuye gradualmente. El aire se vuelve más viciado, cargado con el olor familiar a polvo, aceite rancio y descomposición lejana de los niveles superiores de Oakhaven. Y los Ecos primordiales de la roca y el fuego comienzan a ser ahogados por la estática familiar, por los Ecos más caóticos y recientes de la actividad humana (o post-humana).

Estamos llegando. Acercándonos a la superficie. Acercándonos al Nivel 5.

Transmisión recibida: 4/17/2025

ID: 290