Hemos encontrado un respiro. Un pequeño islote de silencio relativo en el océano de caos industrial y arcano que es el Nivel 5-Gamma. Este taller olvidado, oculto tras montañas de chatarra, se ha convertido en nuestro santuario temporal.
Es un lugar congelado en el tiempo, una cápsula de la Era del Fulgor tardía sellada y abandonada. El polvo lo cubre todo como un sudario, amortiguando los sonidos y creando una atmósfera de quietud casi irreal. Los bancos de trabajo están cubiertos de herramientas extrañas, diseñadas para manipular componentes y energías que desafían la comprensión convencional. Hay piezas a medio ensamblar de dispositivos cuya función original se ha perdido, esqueletos metálicos de ambiciones tecnológicas olvidadas. El aire está cargado con el olor fantasmal del ozono, del metal quemado y del aceite rancio, un perfume persistente de la industria arcana que una vez vibró aquí.
Las paredes metálicas y el techo bajo ofrecen una sensación tangible de seguridad física, un escudo contra los peligros inmediatos del exterior. Y aunque no es el silencio absoluto y primordial del Corazón, la quietud aquí es profunda. Los Ecos del distrito industrial arcano –el zumbido fantasmal de la maquinaria, el chisporroteo de la energía residual– se filtran débilmente a través de las paredes, pero son como susurros distantes comparados con la cacofonía opresiva de los Sumideros o la desesperación silenciosa y sofocante del Nivel 10-Beta.
Es un silencio muerto, sí, el silencio del abandono y el olvido. Pero por ahora, es un silencio bienvenido. Un lugar donde recuperar el aliento, reparar nuestros cuerpos y equipos, y prepararnos para lo que sea que venga después.
Transmisión recibida: 4/17/2025
ID: 294