Transmisión 296

Fecha: 28.10.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada

Mientras Scrappy se ocupa de lo físico, yo me sumerjo en lo etéreo. Este taller polvoriento, a pesar de sus Ecos fantasmales, ofrece una oportunidad que no había tenido desde el Templo Silencioso: tiempo y relativa seguridad para explorar las profundidades de mi propia mente y mis habilidades resonantes.

Paso horas en meditación, utilizando las técnicas que aprendí del Hermano Theron y enfocándome a través del fragmento de cristal que me dio. Busco ese centro de calma interior, ese punto de equilibrio en medio de la tormenta de Ecos y la creciente presión de mi propia resonancia. Reconstruyo y refuerzo mis escudos psíquicos, capa sobre capa, visualizándolos no como muros rígidos, sino como membranas flexibles y resonantes, capaces de absorber o desviar las energías disonantes sin romperse.

Más importante aún, practico la modulación de mi propia resonancia. Ya no se trata solo de sentir o de proyectar energía bruta. Intento "cantar" notas específicas, mantener frecuencias estables, sentir cómo mi propia energía interactúa con la Señal ambiental. Es un proceso lento y arduo, como aprender a tocar un instrumento increíblemente complejo y peligroso solo por el tacto y el oído. A veces pierdo el control, sintiendo oleadas de energía caótica que amenazan con abrumarme, pero cada vez recupero el equilibrio con mayor rapidez, aprendiendo de mis errores.

En este proceso, el Sintonizador de Ecos que me dio Gear demuestra ser una herramienta mucho más versátil de lo que había imaginado. Al principio, lo usaba principalmente como un filtro, una forma de amortiguar la cacofonía constante de Oakhaven. Pero ahora, inspirado por las lecciones abstractas de los Guardianes y mi creciente comprensión del libro, descubro que puedo usarlo para enfocar mi percepción psíquica con una precisión asombrosa.

Puedo sintonizarlo para aislar Ecos específicos en medio del ruido de fondo, como encontrar una sola voz en una multitud ruidosa. Puedo usarlo para analizar las frecuencias de la Señal ambiental, identificando patrones armónicos o disonantes que antes eran solo una masa confusa. Se convierte en una extensión de mis propios sentidos, un microscopio y un telescopio para el mundo invisible de la resonancia y los Ecos.

Mi control está creciendo. Mi comprensión se profundiza. Pero la pregunta sigue siendo: ¿será suficiente?