La idea de la Primera Canción como una vibración fundamental, una armonía primordial que debe ser sentida, es a la vez iluminadora y profundamente frustrante. "¿Y cómo... cómo se siente?", pregunto, mi voz apenas un susurro, consciente de la enormidad de lo que estoy pidiendo.
Gear me mira fijamente, sus ojos grises evaluando mi capacidad para comprender, o quizás mi cordura. "Requiere... silencio", dice finalmente, la palabra resonando con un peso diferente al de antes. "Silencio real."
Hace una pausa, como para enfatizar la dificultad. "No me refiero al silencio amortiguado de un búnker sellado, ni al vacío antinatural que puedes sentir cerca de la Cicatriz, donde la realidad misma está siendo devorada. Hablo del silencio interior."
Señala mi cabeza con un gesto brusco. "Tienes que apagar el ruido. El ruido de tus propios Ecos personales: tu miedo constante, tus esperanzas desesperadas, tus recuerdos fragmentados, tus teorías a medio formar... todo eso. Tienes que acallar la estática de tu propia mente y simplemente... escuchar." Su voz se suaviza ligeramente. "Escuchar la vibración más profunda de la existencia, la nota fundamental bajo toda la cacofonía."
La descripción es inquietantemente similar a las lecciones del Hermano Theron en el Templo Silencioso. Encontrar la calma en el centro de la tormenta, escuchar el propio Eco interior, el silencio detrás del ruido. Quizás Theron, a su manera, estaba intentando guiarme hacia esto mismo.
Pero Gear añade una advertencia sombría. "Es difícil", dice, su rostro volviéndose grave. "Y peligroso. La mayoría de los Resonantes que lo intentan en serio... se pierden. Se disuelven en el silencio, incapaces de encontrar el camino de regreso a sí mismos. O se vuelven completamente locos por lo que escuchan en esa quietud fundamental. La verdad desnuda del universo no es algo que la mente humana esté diseñada para soportar fácilmente."
A pesar del peligro, la posibilidad de tocar esa armonía primordial, de encontrar la verdadera llave, es demasiado poderosa como para ignorarla. "¿Puedes... puedes enseñarme?", pregunto, la esperanza mezclándose con el temor.
Gear me estudia de nuevo, una larga mirada calculadora. "¿Enseñarte a apagar tu propia mente y arriesgarte a la locura o la disolución?" Suspira. "Quizás. Tienes el potencial, Archivero. Más del que crees. Pero requiere tiempo. Concentración. Y un lugar adecuado, un lugar con la resonancia correcta, donde la Señal primordial sea clara y estable, pero no abrumadora."
Su mirada barre el laboratorio en ruinas, lleno de Ecos arcanos inestables. "Y ahora mismo", concluye con una finalidad desalentadora, "no tenemos ninguna de esas cosas. Ni tiempo, ni el lugar adecuado." Señala de nuevo el holograma parpadeante en la consola, su expresión volviéndose urgente. "Tenemos problemas más inmediatos."
Transmisión recibida: 4/17/2025
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