El túnel marcado con las tres líneas onduladas es una prueba de resistencia física y mental. Es aún más opresivo que el anterior. El techo roza mi espalda en muchos tramos, obligándome a arrastrarme sobre el vientre como un gusano a través del lodo frío y metálico. El olor a descomposición es casi insoportable aquí, un hedor espeso y penetrante que se pega a la garganta.
El agua estancada es más profunda en algunas secciones, un líquido negro y helado que me llega hasta el pecho, haciendo que cada movimiento sea un esfuerzo agotador. Siento cosas rozando mis piernas bajo el agua –trozos de metal oxidado, quizás huesos de alimañas, o algo peor– pero intento no pensar en ello. La claustrofobia es una presencia constante, las paredes estrechas parecen cerrarse sobre mí en la oscuridad total. Es un alivio que el Purgador-7 siga haciendo efecto; navegar por esto bajo la influencia del lodo psicoactivo habría sido una sentencia de locura.
A pesar de la claridad mental relativa, mi sensibilidad a los Ecos sigue extrañamente silenciosa. Es como si esta parte de la Red estuviera amortiguada, o como si el purgador hubiera puesto un filtro permanente en mi percepción. Siento los Ecos residuales –capas sobre capas de miseria olvidada, trabajadores de saneamiento atrapados en inundaciones, el miedo silencioso de criaturas que murieron aquí abajo– pero son débiles, distantes, como fantasmas vistos a través de una niebla espesa.
Lo más preocupante es la ausencia de Ecos claros de amenaza. ¿Dónde están los Silenciadores? ¿El Cazador? ¿Los he perdido realmente en este laberinto? ¿O simplemente no puedo sentirlos acercarse? La incertidumbre es una forma de tortura lenta. Prefiero saber que me persiguen a no saber nada en absoluto.
El tiempo se disuelve. Pierdo la noción de cuánto llevo arrastrándome y vadeando por este tubo infernal. ¿Minutos? ¿Horas? La oscuridad, el esfuerzo constante, la falta de puntos de referencia... todo contribuye a una sensación de dislocación temporal. Solo existe el ahora: el metal frío bajo mis manos, el agua helada, el olor a podredumbre, y el esfuerzo de poner un brazo delante del otro, de seguir avanzando hacia un destino desconocido.
¿Estoy yendo en la dirección correcta? ¿Este túnel realmente lleva a alguna parte? ¿O es solo otro callejón sin salida en las profundidades olvidadas? La duda es un compañero constante, susurrando en mi oído junto con el goteo del agua.
Justo cuando empiezo a preguntarme si moriré aquí, ahogado en agua sucia o devorado por alguna criatura invisible, noto un cambio. El túnel comienza a ensancharse ligeramente. El techo se eleva unos centímetros, lo suficiente para que pueda ponerme a cuatro patas en lugar de arrastrarme. Y el nivel del agua baja, volviendo a ser solo un charco en el suelo en lugar de una piscina fétida.
El túnel también empieza a ascender suavemente. Un cambio casi imperceptible en la inclinación, pero después de tanto tiempo arrastrándome, es un alivio bienvenido. Puedo caminar de nuevo, aunque todavía tengo que ir encorvado.
Y entonces, lo veo.
Adelante. A una distancia indeterminada en la oscuridad. Una luz.
No es la luz azul pálida de la Brújula. No es el brillo verdoso enfermizo del capullo orgánico. Es una luz diferente. Amarillenta. Y parpadea. Como la llama de una vela, o una lámpara de aceite.
Una luz humana. O al menos, una luz artificial controlada.
¿Significa civilización? ¿Un puesto avanzado? ¿Otro habitante de la Red? ¿O una trampa?
Después de tanto tiempo en la oscuridad total, la visión de la luz es a la vez esperanzadora y aterradora. Me detengo, observándola, mi corazón latiendo con una mezcla de alivio y aprensión. ¿Me acerco? ¿O busco otra ruta?
La advertencia de Jax vuelve a mi mente: "No confíes en nadie". Pero estoy agotado, mojado, helado y perdido. Necesito información. Necesito un respiro. Quizás... quizás valga la pena el riesgo.
Con extrema cautela, empiezo a avanzar hacia la luz parpadeante, intentando moverme en silencio, preparándome para cualquier cosa que pueda encontrar al final de este túnel oscuro.
Transmisión recibida: 4/17/2025
ID: 34