Transmisión 346

Fecha: 16.12.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada (Ruptura del Anclaje)

La nota discordante, la anti-resonancia extraída de los patrones del mapa estelar, golpea al Cazador. El efecto es instantáneo y violento.

Por primera vez desde que lo encontramos, el Cazador reacciona con algo más que una fría intención depredadora. Se detiene en seco, sus múltiples ojos rojos parpadeando erráticamente. Un sonido horrible, un chirrido agudo y desgarrador que parece rasgar el propio silencio, escapa de alguna abertura en su cabeza. Se tambalea hacia atrás, una de sus garras quitinosas agarrando su propio pecho, como si sintiera un dolor intenso.

La conexión que sentía entre él y el zigurat, el flujo constante de energía oscura que lo anclaba al ritual, vacila visiblemente. Es como si la nota discordante hubiera introducido un virus en su sistema, interrumpiendo la perfecta disonancia que mantenía.

Con la vacilación de su conexión, el campo de silencio inmediato a su alrededor también se debilita notablemente. La presión aplastante sobre mi mente disminuye lo suficiente como para poder respirar de nuevo, para sentir la Señal, aunque todavía débil y distorsionada, regresar a mi percepción. Los guanteletes protectores dejan de vibrar tan violentamente.

"¡Lo has hecho, Archivero!", la voz de Kex suena con urgencia en el comunicador, más clara ahora. "¡Has interrumpido su anclaje! ¡La conexión es inestable! ¡Es vuestra oportunidad! ¡Atacad ahora, mientras está vulnerable!"

La guardia de élite Silenciadora también parece sentir la perturbación en su líder. Dudan por un instante, sus ataques volviéndose menos coordinados.

Jax, Lyra y Scrappy no necesitan que se lo digan dos veces. Aprovechando la momentánea confusión del Cazador y la vacilación de sus guardias, lanzan un contraataque coordinado.

"¡Ahora!", grita Scrappy, lanzando una granada de fragmentación modificada hacia el grupo de guardias más cercano. La explosión, aunque amortiguada por el campo general, es lo suficientemente potente como para derribar a dos de ellos y hacer retroceder a los demás.

Jax y Lyra salen de su cobertura, concentrando su fuego en los guardias restantes y, crucialmente, en el propio Cazador mientras aún está desorientado. Las ráfagas de energía impactan contra su armadura quitinosa, arrancando chispas y dejando marcas humeantes. El Cazador ruge de nuevo, un sonido de pura furia y dolor, pero sus movimientos son más lentos, menos precisos.

Hemos abierto una brecha. Hemos herido al guardián y hemos interrumpido, aunque sea temporalmente, su conexión vital con el ritual. Pero sé que esta ventana de oportunidad será breve. El Cazador es increíblemente resistente, y el poder del ritual sigue fluyendo desde el zigurat. Tenemos que aprovechar esta ventaja antes de que se recupere y el silencio vuelva a caer sobre nosotros con toda su fuerza.