Transmisión 351

Fecha: 21.12.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada (El Foco del Ritual)

Tras superar varias trampas sónicas y barreras energéticas más, gracias a la habilidad de Scrappy, finalmente llegamos al final del descenso. El pasillo se abre a una vasta cámara cavernosa en el corazón mismo del zigurat. La escala es inmensa, empequeñeciendo cualquier estructura que haya visto antes en Oakhaven. Las paredes están cubiertas por la misma piedra oscura y los mismos grabados retorcidos, pero aquí brillan débilmente con una luz interna enfermiza, pulsando en sincronía con la energía que llena la cámara.

Y en el centro, flotando sobre una plataforma elevada conectada al suelo por gruesos haces de cables y conductos de energía oscura, está el Foco del Ritual.

Es... una abominación. Una fusión impía de tecnología Silenciadora y algún tipo de formación cristalina masiva y antigua que debe haber existido aquí mucho antes de que llegaran los Silenciadores. El cristal, de un negro opaco que parece devorar la luz, tiene docenas de metros de altura, con facetas irregulares y ángulos imposibles. Incrustada en él, como un parásito tecnológico, hay una compleja red de maquinaria Silenciadora: amplificadores, conductos de energía, proyectores de campo nulo, todos convergiendo hacia el corazón del cristal.

El Foco pulsa con una energía oscura y errática, un latido irregular que resuena en mis huesos. Puedo sentir cómo absorbe cantidades masivas de energía, tanto de la maquinaria conectada como directamente del propio cristal antiguo, y la convierte en esa disonancia perfectamente controlada, esa negación activa de la Señal que forma el núcleo del campo de silencio. Ahora que el Cazador ha caído, el pulso es inestable, fluctuante, pero sigue siendo inmensamente poderoso.

Alrededor de la plataforma, varios Silenciadores con túnicas de técnico trabajan frenéticamente en consolas flotantes, sus dedos volando sobre los controles, intentando desesperadamente estabilizar el Foco, redirigir la energía, compensar la pérdida del ancla. Ignoran nuestra llegada, completamente absortos en su tarea.

"¡Ahí está!", la voz de Kex es un grito urgente en nuestros oídos. "¡El Foco! ¡Esa estructura híbrida! ¡Están intentando reconfigurar los parámetros de estabilización! ¡Si lo consiguen, podrían completar el ritual incluso sin el ancla, o peor, provocar una reacción en cadena incontrolada! ¡Tenéis que destruirlo! ¡Ahora!"

La urgencia es clara. No hay tiempo para planes elaborados ni para sigilo. Los técnicos están a punto de estabilizar la máquina infernal. Tenemos que atacar el Foco directamente, destruir el corazón del ritual antes de que sea demasiado tarde.

Jax y Lyra levantan sus armas, apuntando al Foco y a los técnicos. Scrappy saca una carga de demolición de su bolsa. Yo, a pesar de mi debilidad, me preparo para usar lo que me quede de resonancia. El enfrentamiento final está a punto de comenzar.