Transmisión 356

Fecha: 26.12.2189 (Estimado) Hora: Indeterminada (Regreso al Taller)

El viaje de regreso desde las ruinas humeantes del Distrito del Oráculo es largo, silencioso y tenso. Con el Ritual de Silencio destruido, la Señal fluye libremente de nuevo, casi abrumadora después de la opresión del campo de amortiguación. Los Ecos de la Necrópolis vuelven a susurrar en los túneles, pero ahora suenan diferentes, teñidos por la violencia y el poder arcano que presenciamos y desatamos.

Sigo inconsciente, un peso muerto en los brazos de Jax. Scrappy camina a nuestro lado, lanzándome miradas preocupadas cada pocos minutos, revisando mis constantes vitales con un escáner de mano improvisado. Su habitual sarcasmo ha desaparecido, reemplazado por una ansiedad palpable. Jax y Lyra, por otro lado, son la imagen de la estoica eficiencia Mecanista. Se mueven con la misma precisión silenciosa que antes, sus rostros impasibles, aunque puedo sentir una corriente subterránea de agotamiento incluso en ellos. La batalla contra el Cazador y la huida del zigurat les han pasado factura, aunque no lo demuestren.

Nadie habla. El silencio en los túneles solo se rompe por el sonido de nuestras botas y el ocasional informe de posición de Lyra a Kex a través del comunicador. La adrenalina del combate ha desaparecido, dejando solo un profundo agotamiento físico y mental. Hemos logrado lo imposible, hemos detenido una amenaza existencial, pero la victoria se siente hueca, ensombrecida por mi estado y la incertidumbre de lo que vendrá después. La alianza con los Mecanistas se basaba en la necesidad mutua; ahora que la amenaza inmediata ha pasado, ¿qué nos depara el futuro?

Finalmente, después de lo que parece una eternidad arrastrándonos por las entrañas de la ciudad, empezamos a sentir un cambio familiar en la atmósfera. Una calidez sutil, una sensación de orden y estabilidad que contrasta fuertemente con el caos resonante de los túneles exteriores. Vemos un brillo dorado filtrándose por delante.

Hemos llegado al perímetro del campo armónico que protege el taller de Kex.

Al cruzar el umbral invisible del campo, la sensación de seguridad es casi física. Es como entrar en un santuario después de vagar por el infierno. El zumbido constante y tranquilizador del Armonizador llena el aire, una canción de orden que calma mis sentidos incluso en mi inconsciencia.

Las puertas del taller se abren a nuestra llegada. Kex nos espera en la entrada, su rostro tan inescrutable como siempre, pero su ojo orgánico se detiene en mi forma inerte por un instante antes de recorrer al resto del equipo.

"Informe", dice simplemente, su voz modulada resonando en el hangar.

"Misión cumplida. Foco destruido", responde Jax. "El Archivero está... incapacitado."

Kex asiente lentamente. "Llevadlo al área médica improvisada. Scrappy, asiste a mis técnicos médicos. Necesitamos evaluar el alcance del daño resonante."

Mientras Jax me lleva hacia el interior del taller, hacia la luz dorada y la promesa de una recuperación incierta, la misión en el Nivel 7 llega a su fin. Hemos sobrevivido, pero la guerra por la Necrópolis de Neón está lejos de terminar.