Transmisión 361

Fecha: Indeterminada (Recuperación) Hora: Indeterminada

En cuanto Kex abandona la bahía médica, Scrappy suelta una retahíla de maldiciones en voz baja. "Cooperación total", repite con sarcasmo. "Acceso sin restricciones a los artefactos. ¡Quiere estudiarte como a una rata de laboratorio resonante y desmontar tus juguetes!"

Se acerca a mi cama, su expresión furiosa. "No puedes aceptar, Silas. Es una trampa. En cuanto tenga lo que quiere, o en cuanto descubra cómo replicar tu truco con la Primera Canción, nos desechará. O peor."

Sus palabras reflejan mi propio miedo, pero la lógica fría de Kex también resuena en mi mente debilitada. "¿Y cuál es la alternativa, Scrappy?", pregunto, mi voz apenas un susurro. "Tiene razón. Estoy débil. Mi resonancia está... rota. Necesito tiempo, necesito recursos para recuperarme, para entender qué me ha pasado. Fuera de aquí, somos blancos fáciles."

Me recuesto, sintiendo el peso del dilema. Por un lado, la oferta de Kex: seguridad, recuperación, la posibilidad de entender mi nueva condición bajo la supervisión (y el control) de los Mecanistas. Por otro lado, la libertad, la independencia, el control sobre mi propio destino y sobre los artefactos que parecen ser la clave de todo... pero también la vulnerabilidad, el peligro constante, la incertidumbre de si podré recuperarme solo.

Miro hacia la mesa donde descansan los artefactos. El libro, el mapa, el Sintonizador. Han sido mis guías, mis herramientas, la fuente de mi poder. Quizás puedan ayudarme ahora, darme alguna pista, alguna señal sobre qué camino tomar.

Con un esfuerzo considerable, me incorporo y le pido a Scrappy que me los acerque. Sostengo el libro frío y liso, intento sentir su sabiduría ancestral. Tomo el disco del mapa, esperando sentir su conexión con las estrellas y las frecuencias fundamentales. Cojo el Sintonizador, intentando que me muestre la verdad sobre mi propia resonancia dañada, sobre las intenciones de Kex.

Pero la conexión es débil, frustrante. Es como intentar sintonizar una radio con estática. Puedo sentir un eco débil de su poder, una vibración lejana, pero no puedo acceder a ellos plenamente. Mi resonancia dañada es una barrera entre nosotros. Los artefactos permanecen en silencio, incapaces de ofrecerme la guía que necesito desesperadamente.

La frustración y el miedo me invaden. Estoy a la deriva, sin mi ancla resonante, sin la guía de los artefactos. La lógica fría de Kex parece la única opción viable, al menos por ahora.

"Tienes razón, Scrappy", digo finalmente, mi voz resignada. "No confío en ella. Pero tampoco podemos sobrevivir solos en este momento." Tomo una decisión, no por deseo, sino por necesidad táctica. "Aceptaré su oferta. Cooperaré. Le daré lo que quiere... por ahora."

Miro a Scrappy, asegurándome de que entienda. "Ganaremos tiempo. Tiempo para recuperarme, para intentar reparar mi conexión, para entender qué quiere Kex realmente. Y mientras tanto, buscaremos una salida. Una forma de recuperar nuestra independencia cuando seamos lo suficientemente fuertes."

Scrappy me mira fijamente por un largo momento, luego asiente lentamente. "De acuerdo, Archivero. Jugaremos su juego. Pero con los ojos bien abiertos. Y a la primera señal de traición..." Su mano acaricia su pistola. "...improvisaremos."

Es un pacto incómodo, una tregua frágil dentro de otra tregua frágil. Acepto la jaula dorada, con la esperanza de encontrar la llave antes de que la puerta se cierre para siempre.