Transmisión 368

Fecha: Indeterminada (Misión Culto - Emboscada) Hora: Indeterminada

Apenas he pronunciado mis palabras sobre "abrir algo" cuando el caos se desata. Figuras emergen de las sombras más profundas de la sala de servidores, de detrás de los bancos de datos destrozados y de los conductos de ventilación superiores. Son los miembros del Culto del Eco Roto, y nos han tendido una emboscada.

Son un grupo heterogéneo y aterrador. Visten túnicas raídas hechas de harapos y cables, sus rostros ocultos tras máscaras improvisadas con trozos de metal oxidado y pantallas de terminales rotas. Empuñan armas toscas: tuberías modificadas, cuchillos dentados, pistolas de clavos reutilizadas... pero muchas de ellas chisporrotean con modificaciones improvisadas, pequeños dispositivos disonantes conectados que emiten un zumbido desagradable y parecen diseñados para herir tanto la carne como la mente.

Atacan sin orden ni concierto, un enjambre fanático que se lanza hacia nosotros gritando cánticos discordantes y riendo con una histeria inquietante. El aire se llena instantáneamente de ruido: los gritos del Culto, el zumbido de sus armas disonantes, el estallido de los disparos de respuesta de los Mecanistas y Scrappy.

La cacofonía es abrumadora. La disonancia ambiental creada por el ritual del Culto, combinada con las emisiones de sus armas, golpea mi resonancia dañada como un martillo. Intento levantar un escudo armónico para protegernos, pero mi control es errático. El escudo parpadea, inestable, apenas capaz de desviar los ataques más débiles. Siento oleadas de náuseas y dolor de cabeza con cada pulso disonante que me golpea. Estoy más indefenso de lo que pensaba.

Afortunadamente, no estoy solo. Unit 7 y Unit 12 reaccionan con una velocidad y precisión escalofriantes. Se mueven como máquinas de matar perfectamente sincronizadas, sus rifles de energía disparando ráfagas controladas que neutralizan a los cultistas con una eficiencia brutal. No hay movimientos desperdiciados, no hay dudas. Simplemente eliminan la amenaza.

Scrappy es igual de letal, aunque de una manera más caótica y personal. Se mueve entre los atacantes, esquivando sus ataques erráticos, usando su pistola modificada a corta distancia y su cuchillo de combate con una habilidad sorprendente. En un momento dado, veo cómo arranca el dispositivo disonante del arma de un cultista y lo usa para golpearlo en la cabeza.

El combate es breve pero intenso. Los cultistas son numerosos y fanáticos, pero carecen de entrenamiento y equipo adecuado. En pocos minutos, la mayoría yacen muertos o incapacitados en el suelo de la sala de servidores.

Cuando el último atacante cae, Unit 7 se acerca a uno que todavía se retuerce en el suelo, herido pero vivo. En lugar de rematarlo, lo neutraliza con una descarga aturdidora.

"Sujeto capturado para interrogación", informa Unit 7 con su voz monótona, asegurando al cultista inconsciente con ataduras de energía.

Scrappy y yo intercambiamos una mirada. La orden de Kex era reconocimiento, pero parece que sus operativos tenían instrucciones adicionales. Quieren información. Y este cultista podría ser la clave para entender qué estaban intentando hacer realmente aquí.