Transmisión 370

Fecha: Indeterminada (Regreso Misión Culto) Hora: Indeterminada

El viaje de regreso al taller Mecanista es aún más silencioso que la ida. Los dos operativos de Kex marchan con el prisionero atado entre ellos, impasibles. Scrappy camina a mi lado, su mirada recorriendo constantemente los túneles, pero también perdida en sus propios pensamientos, probablemente trazando nuevas rutas de escape o analizando los datos que recopiló del altar del Culto.

Yo me siento agotado, tanto física como mentalmente. La misión fue un "éxito adecuado", según Kex, pero para mí se siente como un fracaso parcial. Mi resonancia dañada apenas me permitió rastrear al Culto y obtener fragmentos confusos de sus intenciones. En el combate, fui más un lastre que una ayuda. La experiencia ha subrayado dolorosamente mi dependencia actual de Kex y su tecnología. Necesito recuperarme, necesito recuperar mi conexión, no solo para mi propia supervivencia, sino para tener alguna posibilidad de elegir mi propio camino.

Las imágenes y sonidos fragmentados que extraje del cultista resuenan en mi mente: "abrir la herida", "el que duerme en el ruido". El Culto del Eco Roto no son simples carroñeros; están jugando con fuerzas que no comprenden, tratando de usar la disonancia como una llave para algo terrible. Su locura es una nueva variable peligrosa en el ya caótico ecosistema de la Necrópolis.

Llegamos de nuevo al perímetro del campo armónico. La sensación de calma y orden es bienvenida, pero esta vez también se siente restrictiva, recordándome mi situación. Kex nos espera en la entrada del taller, flanqueada por varios técnicos.

Su atención se centra inmediatamente en el prisionero y en los datos. "Unit 7, llevad al sujeto a la cámara de interrogación segura. Scrappy, tus datos preliminares sobre el dispositivo ritual son... interesantes. Requieren un análisis más profundo." Apenas me dedica una mirada. "Archivero, vuelve a tus aposentos. Continúa con tu régimen de recuperación. Has proporcionado datos útiles, aunque limitados."

El mensaje es claro: mi utilidad ha sido confirmada, pero mi condición sigue siendo una limitación. Soy un activo valioso, pero dañado.

Regreso a mi habitación-laboratorio, la jaula dorada. Scrappy me acompaña, lanzando una última mirada de desconfianza a Kex antes de que la puerta se cierre.

Me siento en la cama, el agotamiento pesando sobre mí. Pero debajo del cansancio, hay una nueva determinación. La misión, a pesar de sus peligros y mi rendimiento limitado, me ha recordado lo que está en juego. No puedo permitirme seguir siendo una pieza en el juego de Kex. Necesito sanar. Necesito entender los artefactos. Necesito recuperar mi fuerza, mi independencia.

Miro los artefactos sobre la mesa. El libro, el mapa, el Sintonizador. Ya no son solo herramientas o curiosidades. Son mi única esperanza real. Reanudo mi rutina de recuperación, pero ahora con un enfoque renovado, una urgencia nacida del conocimiento de que el tiempo se agota y las paredes de mi jaula, por muy doradas que sean, se cierran cada día un poco más. La verdadera lucha, la lucha por mi propia alma y mi propio futuro, apenas ha comenzado.