Transmisión 378

Fecha: Indeterminada (Llegada a Territorio Gear) Hora: Indeterminada

El territorio de Gear es menos un lugar y más un ecosistema de chatarra. Montañas de metal oxidado, maquinaria destripada y tecnología olvidada se apilan formando cañones y valles artificiales, creando un laberinto impenetrable para los no iniciados. El aire huele a aceite quemado, metal recalentado y el ozono de circuitos sobrecargados. Luces parpadeantes de fuentes desconocidas iluminan la escena de forma errática, proyectando sombras danzantes que parecen moverse por sí solas.

Y está vigilado. Vaya si está vigilado. Apenas damos unos pasos en el laberinto de chatarra cuando torretas improvisadas hechas con piezas de robots de carga y armas recuperadas emergen de las pilas de escombros, apuntándonos con sus múltiples cañones. Sensores de movimiento láser barren el suelo, y escucho el inconfundible chasquido de minas de proximidad armándose en nuestro camino. La paranoia de Gear hecha infraestructura defensiva.

"Quietos", ordena Scrappy, levantando una mano. Ignora las torretas que nos siguen y se acerca a un panel oxidado incrustado en una pila de monitores rotos. Introduce una secuencia compleja en el teclado numérico desgastado. "¿Recuerdas el trato por ese servomotor cryo-enfriado, Gear? ¡Soy yo, Scrappy! ¡Y traigo... clientes!"

Hay un momento de silencio tenso, solo roto por el zumbido de las torretas y el pitido de los sensores. Luego, una voz metálica y distorsionada resuena desde altavoces ocultos por todo el depósito de chatarra.

"¿Scrappy? ¿Esa rata de túnel con dedos pegajosos? ¿Qué diablos quieres ahora? ¿Y quién es el saco de carne que llevas contigo?"

Las torretas no bajan, pero dejan de seguirnos tan agresivamente. Las minas de proximidad emiten un pitido diferente, indicando que están temporalmente desactivadas.

"Necesitamos un favor, Gear", grita Scrappy. "Un lugar tranquilo para descansar, fuera del radar. Tenemos problemas con gente importante. Pagaremos bien."

Se oye una risa metálica y áspera. "¿Problemas con gente importante? ¡Siempre tienes problemas, Scrappy! ¿Y qué me hace pensar que tus problemas no se convertirán en mis problemas?"

Una sección de una enorme pila de chatarra chirría y se abre hacia adentro, revelando una entrada oscura. De ella emerge una figura. Es Gear. Es más bajo de lo que recordaba, casi completamente encorvado, y su cuerpo está cubierto de una amalgama de implantes cibernéticos viejos, cables expuestos y piezas de metal soldadas directamente a su carne o a lo que queda de ella. Lleva unas gafas de soldador con múltiples lentes que giran y enfocan independientemente, dándole un aspecto de insecto loco. En sus manos sostiene un rifle de plasma improvisado que parece a punto de desmoronarse, pero que sin duda es funcional.

Nos mira de arriba abajo, sus lentes girando mientras nos escanea. Se detiene en mí, y siento una extraña vibración en el aire, como si sus implantes estuvieran realizando algún tipo de escaneo resonante rudimentario.

"Así que este es el problema...", dice Gear, su voz ahora una mezcla de sonido orgánico y sintético. "Hueles a... problemas grandes. Y a... algo más. Algo... interesante." Apunta el rifle hacia mí. "¿Por qué debería dejaros entrar, Scrappy? ¿Qué ofreces a cambio de arriesgar mi cuello por vosotros?"

El encuentro es tenso. Estamos a merced de un chatarrero paranoico y fuertemente armado en medio de su fortaleza de basura. Scrappy tiene que jugar bien sus cartas si queremos conseguir su ayuda.