Transmisión 391

Fecha: Indeterminada (Confrontación en el Nexus) Hora: Indeterminada

La lógica de Kex es tan fría y afilada como el metal de sus soldados. "La existencia de este Nexus y tu conexión con él validan mi hipótesis, Archivero. La resonancia armónica es la clave, no solo para la estabilidad, sino para el siguiente salto evolutivo de la conciencia y la tecnología. Bajo mi dirección, su potencial será desbloqueado de forma segura y eficiente."

Extiende una mano metálica. "Entrégame los artefactos. Tu resistencia es ilógica y fútil. Mis unidades están preparadas para neutralizarte con un daño mínimo si es necesario."

Miro a Scrappy, luego al Nexus detrás de mí, sintiendo su poder atenuado pero aún presente. La idea de que Kex lo controle, lo diseccione, lo convierta en una batería para sus ambiciones... es impensable. He vislumbrado el propósito de los Arquitectos, la delicada danza cósmica que este lugar representa.

"No, Kex", digo, mi voz resonando con una fuerza que me sorprende a mí mismo, quizás amplificada por la cámara. "Este lugar no es tuyo para tomarlo. Su propósito es proteger la Señal, no ser explotado."

Intento reconectarme completamente con el Nexus, liberar el campo de ocultación que activé, desatar su poder defensivo. Pero Kex parece anticiparlo. Antes de que pueda establecer una conexión sólida, sus dos guardaespaldas de élite se mueven con una velocidad cegadora, interponiéndose entre ella y yo, sus armas emitiendo un zumbido de alta frecuencia diseñado para interferir con la resonancia. Siento una oleada de estática dolorosa, mi conexión con el Nexus se debilita de nuevo.

"¡Protocolo de contención resonante activado!", informa uno de los guardaespaldas.

"¡Ahora, Scrappy!", grito.

Scrappy no necesita que se lo digan dos veces. Ya estaba en movimiento. Lanza dos pequeñas granadas de PEM hacia el grupo principal de Mecanistas, que detonan con un destello brillante y un pulso electromagnético que hace que varias unidades tropiecen y sus sistemas parpadeen. Al mismo tiempo, abre fuego con su pistola modificada, apuntando a las juntas y sensores de los soldados más cercanos.

La cámara del Nexus estalla en un caos de disparos de energía, explosiones de PEM y el choque de metal contra piedra antigua. Los Mecanistas, aunque momentáneamente desorientados por el PEM, responden con fuego disciplinado, sus ráfagas de energía iluminando la vasta cámara.

Me esfuerzo por mantener mi conexión con el Nexus a pesar de la interferencia de los guardaespaldas de Kex. Logro extraer suficiente energía para proyectar un escudo armónico inestable a nuestro alrededor, desviando algunas de las ráfagas perdidas. El esfuerzo es agotador, mi control aún imperfecto bajo presión.

Scrappy lucha como una demonio, usando las pilas de escombros improvisadas como cobertura, moviéndose constantemente, sus disparos precisos derribando a un Mecanista tras otro, aunque son superados en número.

Kex observa la batalla desde atrás de sus guardaespaldas, su rostro impasible, analizando la situación, sin duda calculando la forma más eficiente de neutralizarnos sin dañar el Nexus.

La batalla ruge en el corazón del legado de los Arquitectos. La eficiencia fría de los Mecanistas contra la desesperación de Scrappy y mi propio poder resonante inestable. El resultado es incierto, pero una cosa está clara: Kex no se detendrá ante nada para conseguir el control del Nexus, y nosotros lucharemos con todo lo que tenemos para evitarlo.