Transmisión 400

Fecha: Indeterminada (Rompiendo el Cerco) Hora: Indeterminada

Salimos de la relativa seguridad de la sala de control y volvemos a la oscuridad húmeda y opresiva de los túneles de alcantarillado. El aire parece vibrar con una tensión palpable, la sensación de la red Mecanista cerrándose a nuestro alrededor.

Me concentro de inmediato, buscando esa pequeña nota de quietud interior y usándola como base para extender mi percepción resonante. Es como intentar ver a través de una tormenta de nieve con una linterna débil. Filtro el caos de la Undercity, los Ecos de las criaturas cercanas, el ruido de fondo de la ciudad lejana... y busco las firmas frías y ordenadas de los Mecanistas.

Las siento. Patrullas moviéndose por los túneles principales, drones barriendo intersecciones clave, unidades estacionarias bloqueando puntos de estrangulamiento. Forman un patrón, una red diseñada para atraparnos. Pero la red no es perfecta. Hay huecos. Zonas donde la cobertura es más débil, túneles secundarios que parecen haber pasado por alto, momentos entre los barridos de los drones.

"Por aquí", susurro, señalando un túnel lateral estrecho y lleno de lodo. "Hay una patrulla acercándose al corredor principal, pero este parece... menos vigilado. Siento una brecha temporal en sus patrones."

Scrappy no duda. Nos sumergimos en el túnel lateral, el agua sucia llegándonos hasta los tobillos. El hedor es nauseabundo. Nos movemos lo más rápido que podemos en silencio, Scrappy guiando el camino físico, yo actuando como sus ojos resonantes.

Es un juego agotador y estresante. Constantemente tengo que filtrar el ruido, reevaluar las posiciones Mecanistas, buscar el siguiente hueco en la red. Cada vez que extiendo mi resonancia, siento la tensión, el dolor de cabeza punzante, la amenaza de la estática abrumándome. Varias veces, tenemos que detenernos y escondernos en nichos oscuros o detrás de maquinaria rota mientras una patrulla pasa cerca, sus luces rojas barriendo la oscuridad a pocos metros de nosotros. Contengo la respiración en esos momentos, intentando amortiguar nuestra propia firma resonante, un esfuerzo que me deja temblando y agotado.

Scrappy es increíble. Se mueve por los túneles desconocidos con una seguridad asombrosa, interpretando mis débiles indicaciones resonantes, encontrando caminos a través de derrumbes y evitando peligros ambientales que yo ni siquiera percibo. Supera puertas atascadas, desactiva antiguas trampas olvidadas, todo mientras mantiene una vigilancia constante de nuestro entorno físico.

Pero la tensión pasa factura. Siento cómo mi control sobre la resonancia se debilita con cada nuevo esfuerzo. La nota de quietud interior se vuelve más difícil de mantener. La estática amenaza con ahogarla. Sé que no puedo mantener esto por mucho tiempo.

"Más adelante", jadeo, después de evitar por poco a un dron de reconocimiento. "Siento... una zona con menos actividad. Un complejo de túneles más antiguo, menos patrullado. Si podemos llegar allí..."

"Entendido", responde Scrappy, su voz tensa. "Aguanta un poco más, Silas. Casi estamos fuera de la zona de contención principal."

Nos apresuramos hacia la relativa seguridad de los túneles más antiguos, sabiendo que aunque podamos escapar del cerco inmediato, la caza no ha terminado y mis propias fuerzas están llegando a su límite.