Transmisión 404

Fecha: Indeterminada (Niveles Medios y Rumores) Hora: Indeterminada

Emerger en los niveles medios de la Necrópolis es como salir de una cripta olvidada a un bazar caótico. El aire es más respirable, aunque sigue cargado de contaminación y el olor a multitudes. Hay más luz, el brillo omnipresente de los neones reflejándose en los charcos aceitosos y las estructuras metálicas. Y hay más gente: figuras apresuradas moviéndose por pasarelas abarrotadas, mercaderes ofreciendo bienes dudosos en mercados improvisados, bandas callejeras vigilando sus territorios.

Pero algo ha cambiado desde la última vez que estuvimos aquí. Hay una tensión palpable en el aire. Vemos más patrullas Mecanistas que antes, sus armaduras grises destacando entre la multitud abigarrada. Sin embargo, sus movimientos parecen menos coordinados, más... reactivos. Responden a incidentes, mantienen perímetros, pero carecen de la dirección unificada y proactiva que caracterizaba las operaciones de Kex.

También notamos un aumento inquietante en la actividad del Culto del Eco Roto. Sus grafitis disonantes son más visibles, pintados sobre anuncios parpadeantes y paredes de edificios abandonados. Escuchamos rumores susurrados en los mercados sobre sus rituales cada vez más audaces, sobre desapariciones en los sectores más pobres, sobre el "ruido creciente" que precede al "gran despertar".

Mientras Scrappy se mueve con cautela por este entorno familiar pero alterado, intentando reactivar viejos contactos y escuchar a escondidas las comunicaciones locales, yo intento usar mi resonancia de una manera más amplia. Manteniendo mi frágil burbuja de quietud interior, trato de extender mi percepción más allá de nuestro entorno inmediato, buscando patrones, información en la Señal general.

Es difícil. La Señal aquí es un clamor de millones de Ecos superpuestos, pensamientos, emociones, transmisiones de datos. Filtrar el ruido requiere una concentración inmensa, y la estática residual en mi mente sigue siendo una barrera. Pero obtengo fragmentos. Confirmo la desorganización Mecanista: siento confusión en sus redes de comunicación, órdenes contradictorias, una falta de dirección central. Percibo la creciente influencia del Culto, una resonancia disonante que se extiende como una mancha de aceite en ciertos sectores. Y débilmente, muy débilmente, siento los ecos distantes y erráticos del Nexus dañado, una herida abierta en la estructura resonante de la ciudad.

Scrappy regresa con información que corrobora mis percepciones. "Confirmado. Nadie sabe quién está al mando de los Mecanistas ahora", informa en voz baja, mientras nos refugiamos temporalmente en el hueco de un edificio de apartamentos abandonado. "Hay luchas internas entre los lugartenientes de Kex. Algunos intentan seguir sus protocolos, otros intentan tomar el control. Es un caos organizado."

"¿Y Kex?", pregunto.

"Sigue desaparecida. La mayoría cree que está muerta o incapacitada permanentemente. Nadie la ha visto desde el incidente en las profundidades."

Es una buena noticia, supongo. Un respiro. Sin Kex dirigiéndolos activamente, los Mecanistas son una amenaza menor, más predecible. Pero el vacío de poder y la creciente actividad del Culto crean una nueva inestabilidad.

"Esto nos da una oportunidad", dice Scrappy. "Mientras los Mecanistas están ocupados lamiéndose las heridas y luchando entre ellos, podemos movernos con más libertad."

"Hacia los Archivos", confirmo. "Hacia los Espectros."

Nuestra situación ha mejorado ligeramente, pero la Necrópolis sigue siendo un campo minado. Con los Mecanistas temporalmente en desorden, decidimos aprovechar la oportunidad para dirigirnos al territorio de los Espectros, esperando encontrar allí las respuestas o la ayuda que tan desesperadamente necesitamos.