Transmisión 412

Fecha: Indeterminada (Regreso a la Herida) Hora: Indeterminada

FIN DEL CAPÍTULO 19

Con el cristal guardián Espectro cuidadosamente guardado y nuestros suministros repuestos (aunque todavía escasos), dejamos atrás el santuario silencioso de los Archivos. Los mismos Espectros que nos escoltaron a la entrada nos guían ahora a través de sus fronteras, desapareciendo de nuevo en las sombras una vez que estamos fuera de su territorio inmediato.

El viaje de regreso a las profundidades es más rápido que nuestro ascenso, pero no menos tenso. Seguimos la ruta sugerida por los Espectros, que nos lleva por túneles de servicio relativamente despejados y antiguos corredores de tránsito, evitando las zonas de mayor actividad Mecanista o del Culto que conocemos. Sin embargo, la atmósfera general de la Necrópolis parece haberse oscurecido aún más desde nuestra huida. Hay una sensación de inestabilidad, de violencia latente, que impregna el aire.

Mientras descendemos, la incertidumbre sobre nuestra misión pesa sobre nosotros. ¿Realmente podemos contener la energía del Nexus dañado con este cristal? ¿Qué encontraremos allí? ¿Y podemos confiar en la Oráculo y los Espectros? Sus motivos siguen siendo un misterio, sus métodos extraños. ¿Nos han enviado a una misión suicida, o realmente creen que podemos tener éxito?

"Sigo sin fiarme de ellos", murmura Scrappy mientras navegamos por un túnel de metro inundado. "Nos dan ayuda, pero siento que siempre hay algo más, un precio oculto."

"No tenemos otra opción que confiar, por ahora", respondo, aunque comparto sus reservas. "Necesitamos su ayuda, y esta misión... siento que debo intentarlo. Por el Nexus."

Finalmente, tras varios ciclos de descenso cauteloso, llegamos a la zona que rodea la cámara del Nexus. El aire aquí es notablemente diferente. La energía resonante es caótica, inestable, pulsando erráticamente como un corazón enfermo. Hay un olor acre a ozono y a algo más... algo orgánico y corrupto. Los túneles que antes eran de piedra lisa de los Arquitectos ahora están agrietados, manchados con grafitis disonantes del Culto y extrañas excrecencias bioluminiscentes que brillan con una luz púrpura enfermiza.

Nos acercamos sigilosamente a la entrada parcialmente derrumbada de la cámara principal. Desde la cobertura de los escombros, observamos. La cámara está oscura, la luz del Nexus muy atenuada y parpadeante. Pero no está vacía. Vemos figuras moviéndose en la penumbra: miembros del Culto del Eco Roto. Han establecido una especie de campamento o puesto de avanzada dentro de la cámara herida. Hay cables extraños conectados a la estructura del Nexus, y escuchamos el débil sonido de cánticos disonantes flotando en el aire.

La Oráculo tenía razón. El Culto está aquí, intentando explotar o corromper el Nexus dañado. Nuestra misión acaba de volverse mucho más complicada y peligrosa. Debemos entrar en la cámara, enfrentarnos al Culto y intentar colocar el guardián Espectro antes de que sea demasiado tarde.