Transmisión 422

Fecha: Indeterminada (La Llegada del Pretor) Hora: Indeterminada

FIN DEL CAPÍTULO 21

Apenas hemos procesado la noticia del Pretor cuando la llamada resonante de la Oráculo resuena de nuevo, esta vez con una urgencia inconfundible, una compulsión que nos arrastra de vuelta a la cámara central.

La encontramos no suspendida tranquilamente, sino vibrando con una energía contenida. El árbol cristalino brilla con más intensidad, y los Espectros en la cámara se mueven con un propósito silencioso y rápido, preparando defensas, activando resonadores, sus posturas tensas. La advertencia que sentí antes es ahora una alarma abierta en su red resonante.

"El Pretor llega", comunica la Oráculo, su voz mental despojada de su habitual distancia, ahora afilada y directa. "Sus fuerzas asedian los límites de nuestro dominio. Buscan los Archivos. Buscan el conocimiento. Buscan al Archivero."

Imágenes fugaces confirman la amenaza: legiones de Mecanistas, más organizados y fuertemente armados que antes, avanzando implacablemente hacia el sector de los Archivos. Drones de asalto, tanques pesados, y en el centro, una figura imponente en una armadura negra pulida, irradiando una fría autoridad lógica: el Pretor. Su objetivo es claro: tomar el control de los Archivos y capturarme a mí y a los artefactos.

"Habéis sido útiles, Archivero Roto, Sombra Astuta", continúa la Oráculo. "Pero vuestra presencia aquí ahora es un catalizador para este ataque. Tenéis una elección."

La elección es brutalmente simple, presentada con la lógica fría que uno esperaría de Kex, no de la Oráculo.

"Podéis quedaros y luchar. Vuestra resonancia, aunque incompleta, puede ayudar a defender este lugar. Vuestra Sombra es hábil en el combate. Si sobrevivimos, vuestra deuda será saldada, y quizás encontréis un lugar permanente entre nosotros."

"O podéis huir", ofrece la segunda opción. "Conocemos caminos ocultos, rutas de escape que los Mecanistas desconocen. Os guiaremos fuera de nuestro territorio, hacia la relativa seguridad de los niveles superiores o las zonas neutrales. Pero una vez que os vayáis, no habrá retorno. Estaréis solos de nuevo."

Luchar junto a los Espectros contra una fuerza Mecanista unificada bajo un nuevo líder despiadado, o huir y volver a la incertidumbre, perdiendo el único santuario y fuente de conocimiento que hemos encontrado.

Miro a Scrappy. Su rostro es una máscara, pero veo la tensión en sus ojos. Esta decisión es tan suya como mía. Luchar significa proteger el conocimiento de los Archivos y potencialmente ganar aliados poderosos, pero el riesgo es inmenso. Huir significa supervivencia inmediata, pero nos deja de nuevo a la deriva, cazados.

Mi recuperación ha avanzado, pero ¿es suficiente para marcar la diferencia en una batalla a gran escala? ¿Y podemos realmente confiar en los Espectros, incluso si luchamos a su lado?

"Lucharemos", digo finalmente, mi voz resonando en la cámara silenciosa, mi decisión tomada no solo por lógica, sino por un sentido de responsabilidad hacia el conocimiento que los Espectros protegen, y quizás, por un deseo de dejar de huir.

Scrappy asiente, una única y brusca inclinación de cabeza. "Donde tú vayas, voy yo, Archivero. Démosles una lección a esos cubos de metal."

La Oráculo parece... satisfecha. O quizás es solo mi percepción. "Una elección valiente... o temeraria. Los hilos se tensan hasta el punto de ruptura."

"Preparaos", ordena. "La batalla por los Archivos ha comenzado."

Los Espectros a nuestro alrededor terminan sus preparativos. Se nos asigna un puesto defensivo en uno de los accesos principales a la cámara central. Comprobamos nuestras armas, nuestros suministros, nuestra propia resolución. El sonido distante de las explosiones y el fuego de armas de energía comienza a filtrarse desde los niveles exteriores del sector. El Pretor ha llegado. Nos preparamos para la batalla, nuestro destino ahora entrelazado con el de los enigmáticos guardianes de los Archivos, enfrentándonos a la furia reorganizada de la máquina Mecanista.