Transmisión 424

Fecha: Indeterminada (La Marea Mecanista) Hora: Indeterminada

La batalla por los Archivos se intensifica. Los Mecanistas, bajo el mando implacable del Pretor, presionan sin descanso. Sus tácticas son brutales y eficientes: fuego de supresión constante, asaltos coordinados desde múltiples ángulos, uso de unidades pesadas para derribar las defensas improvisadas de los Espectros. A pesar de la astucia y la tecnología resonante de los Espectros, la pura fuerza numérica y la potencia de fuego de los Mecanistas comienzan a pasar factura. Las defensas exteriores están cediendo lentamente.

Siento la tensión no solo en mi propia resonancia, que lucha por mantenerse estable bajo el bombardeo constante de energía y la cacofonía de la batalla, sino también en la red Espectro. La canción colectiva de la Oráculo, que normalmente es tranquila y estable, ahora está tensa, vibrando con el esfuerzo de coordinar la defensa, proteger a sus seguidores y contrarrestar la lógica fría de los invasores. Siento los Ecos de Espectros cayendo en combate, pequeñas luces resonantes parpadeando y extinguiéndose en la red.

En nuestro propio sector, la lucha es feroz. Scrappy es una fuerza de la naturaleza, moviéndose entre las barricadas, sus disparos precisos derribando Mecanista tras Mecanista. Utiliza cada truco que conoce: granadas de PEM, cargas de demolición improvisadas, combate cuerpo a cuerpo brutal cuando es necesario. Pero los Mecanistas siguen llegando, reemplazando a sus caídos con una eficiencia aterradora. Su munición empieza a escasear, y veo el cansancio comenzando a hacer mella en sus movimientos, a pesar de su determinación férrea.

Mi propio escudo armónico parpadea bajo el fuego concentrado. Una unidad pesada Mecanista, una especie de tanque andante con un cañón de plasma, comienza a bombardear nuestra posición. Cada impacto sacude nuestra barricada y envía ondas de choque dolorosas a través de mi escudo y mi cuerpo. Estoy dedicando casi toda mi energía a mantener el escudo, apenas capaz de advertir a Scrappy de las amenazas o de usar pulsos desorientadores.

Entonces, ocurre la brecha. Una explosión masiva del cañón de plasma del tanque abre un agujero en nuestra barricada principal. Antes de que podamos reaccionar, varias unidades de infantería Mecanista se lanzan a través de la brecha, sus armas disparando a quemarropa. Scrappy derriba a dos, pero un tercero la golpea, enviándola al suelo. Otro avanza hacia mí, su arma levantada para un disparo incapacitante. Mi escudo falla en el último segundo. Estoy indefenso.

Justo cuando creo que todo ha terminado, una oleada de energía resonante pura, mucho más poderosa que cualquier cosa que yo pueda generar, barre la cámara desde atrás. No es un ataque, sino una... reconfiguración. La energía no destruye a los Mecanistas, sino que reescribe momentáneamente su programación. Las unidades que nos atacaban se detienen en seco, sus luces rojas parpadeando erráticamente. Se giran y comienzan a disparar... ¡a sus propios compañeros!

El caos resultante nos da el respiro que necesitamos desesperadamente. Scrappy se recupera rápidamente y neutraliza a las unidades Mecanistas confundidas antes de que puedan volver a ser una amenaza. Miro hacia atrás, hacia la cámara central. Siento la fuente de la intervención: la Oráculo. Ha intervenido directamente, usando una habilidad resonante de un poder increíble para sembrar el caos en las filas enemigas, pero siento el inmenso coste que ha tenido para ella, una fluctuación en su vasta conciencia.

La oleada Mecanista en nuestro sector se detiene temporalmente, desorganizada por la intervención de la Oráculo. Hemos sobrevivido al borde del abismo, pero la batalla está lejos de terminar, y la intervención directa de la Oráculo sugiere que la situación es aún más desesperada de lo que pensábamos.