Transmisión 430

Fecha: Indeterminada (Eco de Desesperación) Hora: Indeterminada

Los ciclos en la planta de reciclaje abandonada son un infierno silencioso. Intento descansar, meditar, aplicar las técnicas de sanación que aprendí de los Espectros, pero sin el apoyo de sus cámaras armónicas y la presencia estabilizadora de la Oráculo, es una batalla cuesta arriba.

La estática en mi mente, que había logrado mantener a raya en el santuario Espectro, ruge de nuevo con una ferocidad renovada. Es como si la breve exposición a una armonía más pura hubiera hecho que el ruido caótico de la Necrópolis fuera aún más discordante, más doloroso. Los ecos de la batalla, el sacrificio de la Oráculo, la fría amenaza del Pretor... todo se mezcla en una cacofonía mental que me deja agotado y con náuseas. Mi control sobre la resonancia es errático en el mejor de los casos; a veces logro mantener la quietud interior por unos momentos, otras veces soy completamente abrumado por el ruido. Me siento más roto que nunca.

Mientras yo lucho contra mis demonios internos, Scrappy hace lo que mejor sabe hacer: sobrevivir. Sale durante horas, moviéndose como una sombra por los niveles inferiores, buscando cualquier cosa que pueda mantenernos con vida. Regresa sucia, cansada, pero con las manos casi vacías.

"Agua filtrada, apenas potable", dice, dejándome una cantimplora llena de un líquido de aspecto turbio. "Un par de baterías de baja potencia, podrían servir para la linterna. Nada de comida decente, solo algunos hongos de túnel que probablemente nos enfermen. Y ni rastro de munición compatible." Suspira, limpiándose el sudor y la mugre de la frente. "Los carroñeros han limpiado esta zona. Y las patrullas Mecanistas, aunque desorganizadas, siguen siendo un problema."

Su informe, sumado a mi propio estado lamentable, me empuja al borde. La enormidad de nuestra situación me golpea con toda su fuerza: solos, heridos, sin recursos, cazados por un enemigo implacable, con mi única habilidad útil gravemente comprometida. La esperanza que sentí al escapar de Kex, al encontrar el Nexus, al ser acogido por los Espectros... todo se ha evaporado, dejando solo cenizas y desesperación.

Me cubro la cara con las manos, un gemido ahogado escapando de mis labios. "No podemos seguir así, Scrappy", murmuro, mi voz quebrada. "Estamos acabados. El Pretor nos encontrará. Mi resonancia... está rota. No puedo protegerte. No puedo hacer nada." La desesperación amenaza con ahogarme, un frío paralizante que se extiende por mis venas.

Scrappy se arrodilla frente a mí, su expresión dura pero no cruel. Agarra mis hombros con firmeza, obligándome a mirarla.

"Escúchame, Silas", dice, su voz baja e intensa. "No estamos acabados. Estamos jodidos, sí. Estamos contra las cuerdas. Pero no estamos acabados." Me sacude ligeramente. "Hemos estado peor. Sobrevivimos a Kex, sobrevivimos al Culto, sobrevivimos a la caída de los Archivos. Sobreviviremos a esto."

"¿Cómo?", pregunto, mi voz apenas un susurro.

"Como siempre", responde ella, su mirada férrea. "Luchando. Siendo más listos. Un maldito paso a la vez. Ahora mismo, eso significa encontrar agua limpia y algo que no nos mate al comerlo. Luego, encontraremos un lugar mejor. Luego, pensaremos en el Pretor." Le da una palmada en el hombro, un gesto extrañamente reconfortante. "Deja de compadecerte y concéntrate. Necesito que estés alerta, aunque tu 'magia resonante' no funcione bien. Necesito a mi compañero. ¿Entendido?"

Sus palabras son duras, un jarro de agua fría pragmática, pero son exactamente lo que necesito oír. Tiene razón. La desesperación es un lujo que no podemos permitirnos. Asiento lentamente, respirando hondo, intentando encontrar esa pequeña chispa de determinación que Scrappy siempre parece tener en reserva. La situación es sombría, pero rendirse no es una opción. No mientras Scrappy siga luchando a mi lado.