Transmisión 432

Fecha: Indeterminada (Descenso a lo Desconocido) Hora: Indeterminada

Dejamos atrás la relativa (y miserable) seguridad de la planta de reciclaje y comenzamos nuestro descenso hacia lo desconocido, siguiendo el tenue hilo resonante que capté. Nos adentramos en túneles que ni siquiera Scrappy reconoce, pasajes que parecen anteriores a la propia Necrópolis, o quizás construidos por facciones olvidadas hace mucho tiempo.

El entorno cambia drásticamente. Las estructuras de metal oxidado y hormigón agrietado dan paso a una arquitectura más extraña: túneles excavados en la roca viva, a veces reforzados con aleaciones desconocidas o materiales que parecen casi orgánicos. El aire se vuelve más pesado, húmedo, con un olor terroso y extraño, como a tierra mojada y descomposición limpia. La oscuridad es casi total, pero es rota por extrañas fuentes de luz: vetas bioluminiscentes incrustadas en las paredes de roca, hongos que emiten un suave brillo azul o verde, e incluso pequeños insectos voladores que dejan estelas fosforescentes a su paso. Es un ecosistema alienígena prosperando en las entrañas olvidadas del mundo.

Mi tarea es mantener el rumbo, seguir esa débil señal resonante. Requiere una concentración casi total. Me sumerjo en mi quietud interior, filtrando el ruido ambiental (que aquí es extrañamente más silencioso, menos caótico que en los niveles superiores) y me aferro a esa canción suave y persistente. "Más profundo", susurro a Scrappy, señalando un pozo oscuro que desciende verticalmente. "La señal viene de abajo."

Scrappy se encarga de todo lo demás. Asegura cuerdas para el descenso, detecta suelos inestables o bolsas de gas venenoso, y nos defiende de los habitantes de estas profundidades. Nos encontramos con nuevas y horribles variedades de mutantes: criaturas pálidas y ciegas que cazan por el sonido, gusanos gigantes que perforan la roca, horrores amorfos que acechan en charcos de lodo bioluminiscente. Scrappy los enfrenta con una eficiencia brutal, usando su cuchillo y su pistola con moderación (dada la escasez de munición), confiando más en el sigilo, las trampas improvisadas y su conocimiento instintivo del combate en túneles. Varias veces estamos a punto de ser abrumados, pero su habilidad y mi capacidad limitada para detectar amenazas inminentes nos permiten sobrevivir.

A medida que descendemos, la señal que sigo se vuelve gradualmente más fuerte, más clara. Ya no es un susurro apenas audible, sino una nota distintiva en la Señal. Su naturaleza se confirma: es estable, tranquila, con esa cualidad orgánica y armónica que la diferencia de todo lo demás. No siento ninguna hostilidad, ninguna intención maliciosa. Es como... un faro. Una invitación silenciosa en la oscuridad.

"Se está haciendo más fuerte", le digo a Scrappy durante una breve pausa para descansar en una caverna iluminada por hongos azules. "Definitivamente es algo real. Y estamos cerca."

Scrappy asiente, limpiando su cuchillo. "¿Alguna idea de qué es?"

Niego con la cabeza. "Solo... siento vida. Y tranquilidad. Es extraño."

Continuamos nuestro descenso, atraídos por la misteriosa señal, adentrándonos más y más en un mundo olvidado bajo la Necrópolis, sin saber si nos dirigimos hacia la salvación o hacia un peligro de una naturaleza completamente nueva. Pero por primera vez en mucho tiempo, siento una pequeña chispa de algo que no es desesperación: curiosidad.