Finalmente, Scrappy se detiene. Se apoya pesadamente contra la pared fría y húmeda del túnel, su pecho subiendo y bajando rápidamente mientras jadea. Su implante ocular amarillo parpadea erráticamente, quizás afectado por la sobrecarga energética que provoqué o simplemente por el esfuerzo. Yo me detengo a su lado, doblado por la cintura, intentando llenar mis pulmones con el aire viciado, mi cuerpo temblando por la adrenalina y el esfuerzo psíquico.
"Eso estuvo... cerca", dice Scrappy entre jadeos, guardando finalmente su pistola humeante en la funda de su cinturón. Luego se vuelve hacia mí, y en la penumbra, veo una nueva expresión en sus ojos, una que no había visto antes: una mezcla de sorpresa genuina, incredulidad y un respeto a regañadientes.
"¿Qué demonios hiciste ahí atrás, Archivero?", pregunta, su voz todavía áspera por el esfuerzo, pero cargada de una intensidad diferente. "¿Una simple distracción? ¡Casi despiertas a todos los Ecos inestables de esa maldita estación! Podrías habernos frito a todos, a nosotros y a esos cubos de basura con patas."
La miro, todavía intentando recuperar el aliento. La magnitud de lo que hice, la potencia bruta del Eco que agité, empieza a asentarse en mi mente. Fue mucho más fuerte que el incendio en los Archivos. Fue... casi incontrolable.
"Yo... no lo sé", admito sinceramente, mi voz temblorosa. "Solo intenté... agitar las cosas. Crear una oportunidad."
Scrappy me estudia detenidamente, su mirada penetrante incluso en la oscuridad. Es como si me viera de una forma completamente nueva. "Eres más poderoso de lo que pareces, ¿verdad?", dice, más una afirmación que una pregunta. "Esa sensibilidad tuya... no es solo una molestia o una curiosidad. Es fuerte. Peligrosamente fuerte."
Sacude la cabeza, una mezcla de asombro y preocupación en su gesto. "No es de extrañar que todos te quieran. Los Silenciadores, los Custodios, los Mecanistas... y esa cosa, el Cazador." Su mirada se vuelve sombría. "Eres una llave andante, Archivero. De más formas que una. Abres puertas que deberían permanecer cerradas."
Sus palabras me golpean con fuerza. Una llave andante. Peligrosamente fuerte. Mi maldición, la fuente de mi dolor y mi aislamiento, ¿es también un arma? ¿Un poder? La idea es a la vez aterradora y extrañamente... vigorizante. Había funcionado. Les había salvado la vida, al menos por ahora. Quizás no soy solo una víctima de los Ecos. Quizás puedo usarlos.
Pero la advertencia de Scrappy resuena. Peligrosamente fuerte. El recuerdo de la energía cruda y casi incontrolable que desaté en la estación me produce un escalofrío. Podría habernos matado fácilmente. Necesito aprender a controlar esto. Necesito entenderlo. Antes de que me consuma a mí o a alguien más.
Scrappy se endereza, recuperando parte de su compostura pragmática. "Bueno, sea lo que sea que hiciste, nos sacó de esa. Pero probablemente alertó a media Red de Sombra. El estruendo, la sobrecarga energética, la perturbación de Ecos... cualquiera con sensores decentes o un mínimo de sensibilidad lo habrá notado." Su tono se vuelve urgente. "Tenemos que seguir moviéndonos, y rápido. Antes de que vengan a investigar qué causó el espectáculo."
Reanudamos la marcha, adentrándonos aún más en el laberinto subterráneo. Mi cuerpo está agotado por el esfuerzo físico y psíquico, pero mi mente está acelerada. He sobrevivido a otro encuentro mortal. He usado mi habilidad de una forma nueva y potente. He vislumbrado un potencial que nunca supe que tenía.
El camino por delante sigue siendo oscuro y lleno de peligros. El Cazador sigue ahí fuera. Los Silenciadores no se rendirán. Y ahora, he atraído aún más atención no deseada. Pero por primera vez desde que huí de los Archivos, siento una pequeña chispa de algo que no es solo miedo o desesperación. Es potencial. La aterradora posibilidad de que mi maldición pueda ser también mi salvación. Si aprendo a dominarla antes de que me destruya.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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