ivo: ¿espera la máquina a que el cuerpo ceda aún más, o está preparando una acción diferente, más insidiosa que la fuerza bruta? ---19:T7f4,

Transmisión 472

Fecha: 19.04.2189 (?) Hora: Indeterminada

El tiempo, en la oscuridad del conducto, es una entidad viscosa y sin forma. Pasa, sin duda, marcado por el ritmo lánguido de la respiración de Silas y el eco persistente del goteo lejano. Ploc... Ploc...

La quietud de la interfaz en su pierna izquierda continúa. La luz azul sigue siendo un pulso débil y lento, casi hipnótico en su regularidad. El zumbido es una vibración fantasmal, más sentida que oída. No hay indicios de una nueva estrategia, ni intentos de movimiento. Es una pausa tensa, preñada de un cálculo silencioso.

Mientras la máquina espera, la biología sufre. La piel de Silas, especialmente alrededor de los labios y en la frente, adquiere una cualidad casi apergaminada. La deshidratación es severa, extrayendo la humedad del cuerpo con una eficiencia cruel. El calor que emana de sus heridas, particularmente del hombro quemado por el ácido y las zonas magulladas por la constricción, parece aumentar, un fuego lento que consume sus escasas reservas. Su respiración, aunque más lenta que durante el esfuerzo fallido, sigue siendo peligrosamente superficial, un intercambio mínimo de aire viciado.

Un leve temblor recorre su cuerpo, no un espasmo violento como el anterior, sino un escalofrío fino y persistente. ¿Un síntoma de la fiebre que resurge ahora que el efecto del líquido administrado (T456) podría estar desvaneciéndose? ¿O simplemente la reacción del cuerpo al frío metálico del suelo y al agotamiento extremo?

La interfaz no reacciona al temblor. Su pulso azul permanece inalterado. La directiva implantada, el 'Propósito', sigue siendo una presencia subyacente, un objetivo latente en el sistema, pero la inacción persiste. La pregunta flota en el silencio opresivo: ¿e