do crítico, pero la intervención química parece haber comprado algo de tiempo, estabilizando mínimamente sus constantes vitales. ---19:T7fe,

Transmisión 482

Fecha: 19.04.2189 (?) Hora: Indeterminada

La aguja translúcida se retrae con un movimiento suave y desaparece de nuevo en el compartimento oculto de la interfaz, que se cierra sin sonido (T481). La sustancia clara inyectada comienza a circular por el maltrecho sistema de Silas.

Pasan unos segundos de tensa quietud, solo rota por el débil jadeo de Silas y el zumbido grave y anaranjado de la interfaz. Entonces, se observan los primeros efectos.

El ritmo cardíaco errático, monitorizado por la interfaz, comienza a estabilizarse. Los latidos siguen siendo débiles, pero la arritmia disminuye notablemente. El zumbido de la interfaz se ajusta en consecuencia, volviéndose más regular, un pulso constante aunque lento. Thump... thump... thump...

La respiración de Silas, aunque todavía superficial, se vuelve un poco más profunda, menos entrecortada. Un ligero rubor parece teñir su piel pálida, especialmente alrededor del punto de inyección en el muslo, donde se percibe un leve aumento de la temperatura local.

A nivel subconsciente, Silas experimenta una oleada de calor que se extiende desde la pierna hacia el torso, seguida de una sensación de claridad fugaz, como si una densa niebla se disipara momentáneamente en su mente antes de volver a cerrarse. No es suficiente para despertar la consciencia, pero sí para provocar un nuevo estremecimiento involuntario, más prolongado esta vez, y un gemido ahogado.

La interfaz registra estos cambios. La luz naranja brilla con una intensidad ligeramente mayor, más estable. No hay indicios de nuevas intervenciones inmediatas. Parece haber entrado en una fase de monitorización intensiva, evaluando la eficacia de la sustancia administrada y la respuesta del cuerpo de Silas. El estado sigue si