Transmisión 486

Fecha: 19.04.2189 (?) Hora: Indeterminada

La vibración sutil pero omnipresente continúa recorriendo el cuerpo de Silas (T485). La interfaz, con su luz naranja parpadeando y su zumbido modulándose (T485), persiste en su análisis silencioso. Los patrones de parpadeo se vuelven más complejos, más rápidos, y el tono del zumbido fluctúa a través de una gama más amplia de frecuencias graves, como si estuviera realizando diagnósticos cruzados, comparando la signatura del temblor con una base de datos interna de fallos fisiológicos.

Finalmente, el análisis parece concluir. El parpadeo errático de la luz naranja cesa, solidificándose en un brillo ámbar oscuro, un color no visto desde la reanimación inicial (T480) pero ahora estable, sin el pulso urgente de entonces. El zumbido también se asienta en una nota grave y resonante, pero con un matiz diferente al anterior, una especie de subarmónico discordante que sugiere una conclusión preocupante. La interfaz ha determinado que el temblor no es un mero efecto secundario tolerable, sino una interferencia activa, una disrupción neuromuscular que amenaza la precaria estabilidad lograda y potencialmente interfiere con sus propios sistemas de monitorización o futuras intervenciones.

La respuesta no se hace esperar. No emerge la aguja de la sustancia estabilizadora (T481, T483). En cambio, una pequeña sección lisa en la superficie de la interfaz, cerca de donde se aplicó la sonda verde (T464), se ilumina con una luz azul pálida y fría. No es la luz azul asociada a la directiva o la resonancia (T466, T475), sino un tono más clínico, más enfocado.

Desde esta sección iluminada, se proyecta un campo de energía apenas visible, una distorsión sutil en el aire que se extiende como un cono estrecho hacia la base del cuello de Silas, apuntando a la columna cervical superior. No hay sonido asociado a esta emisión, solo la luz azul pálida y una repentina bajada de temperatura localizada en el área objetivo.

La interfaz está intentando una nueva táctica: una forma de amortiguación neural o bloqueo de frecuencia, dirigida a la fuente del control motor o a los caminos neurales que transmiten las señales aberrantes del temblor. La luz ámbar de la interfaz principal permanece fija, monitorizando intensamente la respuesta a esta intervención específica. El temblor en las extremidades y el torso de Silas... ¿cesará, disminuirá, o sufrirá una alteración inesperada?