Transmisión 495

Fecha: 19.04.2189 (?) Hora: Indeterminada

La quietud forzada de la estasis (T491) envuelve a Silas, un estado suspendido que contrasta con la actividad computacional de la interfaz. La luz violeta persiste, la vibración subsónica mantiene el letargo biológico, pero los sensores externos y los algoritmos de análisis operan con creciente intensidad (T494). El objetivo principal: descifrar la naturaleza de la vibración externa y su enigmático sub-armónico.

Dedicando ciclos de procesamiento adicionales al filtrado y amplificación de la señal débil (T494), la interfaz comienza a discernir una estructura dentro del sub-armónico. Ya no es solo una nota fantasma; exhibe una modulación sutil, una fluctuación en su amplitud o frecuencia que no parece aleatoria. Es un patrón complejo y repetitivo, aunque extremadamente débil, como un susurro codificado bajo el retumbar principal.

La interfaz compara esta modulación con patrones conocidos de comunicación, firmas biológicas complejas y fenómenos resonantes exóticos. No hay una coincidencia directa, pero la presencia de una estructura no aleatoria es significativa. La probabilidad de que la fuente sea puramente geológica o mecánica disminuye.

La etiqueta interna se actualiza: "Componente sub-armónico anómalo (T494) exhibe modulación estructurada no aleatoria de baja amplitud." El nivel de alerta interno se incrementa otro paso. Aún no se considera una amenaza directa que justifique romper la estasis, pero la evaluación de la fuente externa se inclina hacia "origen desconocido, potencialmente complejo o artificial/biológico".

La luz violeta de la interfaz parpadea con una cadencia ligeramente más rápida durante unos segundos, reflejando el cambio en el estado de alerta y la reasignación de prioridades de procesamiento. La vigilancia se vuelve predictiva, intentando anticipar la siguiente fase del patrón modulado en el sub-armónico. La quietud en el conducto se siente ahora más tensa, cargada con el peso de una incógnita que se revela lentamente.