El interior del túnel es tan oscuro como la cornisa que dejé atrás, pero el ambiente es inmediatamente diferente. El aire es más pesado, inmóvil, sin la corriente cargada de ozono del abismo. Hay un olor acre aquí, débil pero persistente, que me recuerda vagamente al lodo psicoactivo que encontré en los niveles industriales. No es agradable.
Las paredes del túnel son sorprendentemente lisas al tacto, no como la roca volcánica irregular de la cornisa. Parecen haber sido talladas con alguna tecnología increíblemente avanzada, dejando una superficie casi pulida. Y están cubiertas por intrincados patrones geométricos finos, los mismos que vi grabados en el pilar de obsidiana del Corazón Silente en los Archivos, y los mismos que adornaban la Brújula de Ecos que entregué a los Mecanistas.
Aquí, sin embargo, los patrones no son solo grabados. Brillan débilmente con una luz propia, un resplandor violeta oscuro que emana de las líneas talladas, creando una iluminación tenue y extraña en el túnel. Es suficiente para ver el camino, pero la luz violeta le da al lugar una atmósfera aún más alienígena y misteriosa.
El túnel desciende en un ángulo suave pero constante, llevándome más profundamente bajo tierra. Sigo avanzando con cautela, guiado por la sensación de silencio relativo que se intensifica a medida que me adentro. Los Ecos aquí son extrañamente apagados. La cacofonía del abismo y la resonancia general de la Red parecen ser absorbidas o neutralizadas por estas paredes talladas. Es un alivio bienvenido para mis sentidos sobrecargados, que todavía luchan por procesar la mayor nitidez de mi percepción, pero también es profundamente inquietante. ¿Qué tipo de tecnología puede amortiguar los Ecos de esta manera? ¿Y por qué?
Avanzo durante lo que calculo que son unos cien metros, el silencio volviéndose casi absoluto, roto solo por el sonido de mi propia respiración y mis pasos cautelosos. Entonces, el túnel se abre bruscamente.
Me encuentro en el umbral de una caverna inmensa. A diferencia de las cavernas industriales o naturales que he visto antes, esta es claramente artificial, una cúpula geodésica perfecta excavada en la roca madre con una precisión asombrosa. El techo se pierde en la oscuridad muy por encima de mí, pero las paredes curvas que puedo ver están cubiertas por paneles del mismo material que las paredes del túnel, grabados con los mismos patrones geométricos que ahora brillan con una luz violeta más intensa, iluminando el vasto espacio con un resplandor sobrenatural.
Y en el centro de la caverna... flota algo que desafía toda descripción.
Es una estructura. O una máquina. O ambas cosas. De proporciones colosales. Está hecha del mismo material cristalino oscuro que vi incrustado en la cornisa, pero aquí forma una serie de enormes anillos concéntricos y esferas interconectadas que giran lentamente en el aire, suspendidas en el centro de la cúpula sin soporte visible, desafiando la gravedad. Líneas de energía violeta pulsante, como venas de luz líquida, corren entre las diferentes partes de la estructura, conectándolas en una danza lenta y majestuosa. La máquina emite un zumbido constante de baja frecuencia, una vibración profunda que siento más en mis huesos que en mis oídos.
En el corazón mismo de esta increíble máquina flotante, en el nexo de los anillos giratorios y las esferas interconectadas, hay una esfera de luz blanca y pura. Es pequeña en comparación con la máquina que la rodea, pero su brillo es tan intenso que duele mirarla directamente. Irradia una sensación de calma y orden absolutos, una quietud perfecta que es la fuente del silencio que he estado siguiendo.
El Corazón Silente.
Pero esto... esto no es solo un pilar amortiguador como el que vi en los Archivos. Esto es mucho más. Es activo. Es poderoso. Es una máquina arcana de una escala y complejidad que superan mi comprensión.
Me quedo paralizado en la entrada del túnel, abrumado, mi mente luchando por procesar la escala, la belleza alienígena y el poder latente de lo que estoy presenciando. He encontrado el Corazón Silente. Y es mucho más de lo que jamás imaginé.
Transmisión recibida: 4/17/2025
ID: 54