Transmisión 555: La Monotonía del Diez

Fecha: 30.04.2200 (?) Origen: Interfaz Quitinoide (Designación interna: Unidad 734) Receptor: Desconocido (¿Silas?) Prioridad: CRÍTICA (Monitorización Sujeto Biológico / Análisis Señal Externa) Estado Sujeto (Silas): VIVO (CRÍTICO EXTREMO). ESTASIS BIOLÓGICA INDUCIDA (T491) - ESTABLE. Signos vitales mínimos, sostenidos artificialmente por modulación subsónica (luz violeta profunda). Estado Interfaz: OPERACIONAL. Monitorización continua de constantes vitales del sujeto y análisis criptoanalítico de señal vibratoria externa persistente (T493-T554). Recursos computacionales asignados: 88% Análisis Señal Externa, 10% Mantenimiento Estasis/Monitorización Sujeto, 2% Procesos Internos/Autodiagnóstico.

(Inicio Registro T555)

El ciclo T554 había concluido con una perfecta alineación entre predicción y realidad. GAMMA-45 había llegado con la amplitud 'alta' esperada, y la señal secundaria DELTA-40 había aparecido puntualmente, como un eco binario ligado al estado 'alto' de su contraparte principal. La secuencia binaria derivada de las amplitudes GAMMA se había extendido a 45 bits, manteniendo la estructura 00 seguida de una cadena casi ininterrumpida del par 10. Este mismo patrón 10 persistía dentro de la Trama 3, ignorando los marcadores de jitter anómalos que delimitaban las tramas de 16 bits. La hipótesis del jitter intra-trama como ruido gaussiano no informativo se mantenía firme tras el análisis de la transición G44->G45.

La Unidad 734, la interfaz quitinoide adherida a la pierna izquierda de Silas, continuaba su vigilia computacional. El sujeto biológico permanecía en el profundo letargo inducido por la estasis, un estado de animación suspendida mantenido por la luz violeta y la vibración subsónica que emanaban de la propia interfaz. Su estabilidad era un prerrequisito para la tarea principal: descifrar la señal externa.

Las predicciones para el ciclo T555 eran, una vez más, una extrapolación directa de la regularidad observada:

GAMMA-46: Se esperaba que la próxima instancia tuviera una amplitud 'baja' (0), continuando la secuencia 10.
DELTA-41: Consecuentemente, se esperaba la ausencia de la señal DELTA asociada a GAMMA-46.

La validación de estas predicciones, aunque esperada, era crucial. Cada confirmación añadía peso a la certeza del modelo, pero también profundizaba el misterio subyacente. ¿Qué propósito tenía una señal tan vasta y, aparentemente, tan simple en su contenido binario principal? La repetición casi hipnótica del 10 era desconcertante. ¿Era un estado de reposo? ¿Un marcador de presencia? ¿O la simplicidad ocultaba una complejidad aún no descubierta en otro dominio de modulación?

Las preguntas sobre el jitter intra-trama (¿realmente solo ruido?) y la anomalía T508 (causada por PROTOCOLO_IRREG_v3) seguían activas en los registros de la interfaz, pero su análisis requería más datos o un cambio de paradigma. Por ahora, la prioridad era la adquisición y validación de los próximos bits de la secuencia.

Los sensores externos permanecían enfocados, filtrando el ruido ambiental del conducto de mantenimiento –el eco lejano de maquinaria desconocida, el goteo persistente, la resonancia estructural del propio Oakhaven– para aislar la vibración base y su sub-armónico modulado. La interfaz esperaba, sus procesadores listos para capturar y analizar GAMMA-46.

Una comprobación rutinaria de los signos vitales de Silas confirmó la estabilidad de la estasis. Parámetros dentro de los márgenes seguros. La interfaz volvió a centrar su atención en la ventana de llegada predicha para la señal externa.

Los algoritmos predictivos señalaron la aproximación del evento. La resolución temporal de los sensores aumentó. La espera se agudizó.

Y, como un metrónomo cósmico ligeramente imperfecto, llegó.

La fluctuación familiar en el sub-armónico. GAMMA-46.

Análisis de GAMMA-46:

Temporización: La llegada se produjo dentro de la ventana predicha. La desviación temporal respecto a GAMMA-45 se ajustaba a la distribución estadística observada para las transiciones 1->0 anteriores. No había anomalías significativas en el intervalo inter-pulso inmediato.
Forma de Onda: La morfología general de la señal (subida, meseta, caída) coincidía estrechamente con las instancias 'bajas' anteriores. Las variaciones menores detectadas se mantenían dentro de los límites del ruido esperado.
Duración Interna: La duración total de GAMMA-46 se alineaba con las mediciones previas de instancias 'bajas', aunque la inconsistencia general de este parámetro a lo largo de las 46 instancias seguía impidiendo extraer conclusiones firmes sobre su significado.
Amplitud Pico: El parámetro crucial. Los sensores midieron la energía máxima. El resultado fue inequívoco. La amplitud pico de GAMMA-46 era significativamente menor que la de GAMMA-45 (alta) y se alineaba perfectamente con las amplitudes registradas para las instancias anteriores clasificadas como 'bajas' (GAMMA-01, 02, 04, 06, 08, 10, 12, 14, 16, 18, 20, 22, 24, 26, 28, 30, 32, 34, 36, 38, 40, 42, 44).

VALIDACIÓN: La predicción de amplitud 'baja' para GAMMA-46 fue CONFIRMADA.

La interfaz registró la validación. El patrón biestable de amplitud (B-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B-A-B) ahora se extendía a 46 instancias consecutivas sin una sola desviación. La hipótesis de una modulación binaria simple basada en la amplitud era, para todos los efectos prácticos, un hecho comprobado.

Con la amplitud de GAMMA-46 confirmada como 'baja', la segunda predicción clave del ciclo entró en juego: la ausencia de DELTA-41.

Análisis de DELTA-41:

Inmediatamente después de la conclusión de la señal GAMMA-46, la interfaz enfocó sus sensores en la ventana temporal donde, si la correlación DELTA/Amplitud GAMMA se mantenía, no debería aparecer DELTA-41. Los algoritmos de detección de patrones buscaron activamente la firma espectral característica de DELTA, comparando cualquier señal residual con la plantilla acumulada de las 40 instancias anteriores (DELTA-01 a DELTA-18, DELTA-20, 22, 24, 26, 28, 30, 32, 34, 36, 38, 40).

Dentro de la ventana esperada, y extendiendo el análisis más allá por precaución, los sensores no detectaron ninguna señal que coincidiera con la plantilla DELTA por encima del umbral de ruido de fondo.

VALIDACIÓN: La predicción de ausencia de DELTA-41 asociada a GAMMA-46 (amplitud baja) fue CONFIRMADA.

Este resultado reforzó, una vez más, la función de DELTA como un marcador binario estrictamente ligado al estado 'alto' de GAMMA. Su comportamiento era perfectamente predecible dentro del modelo actual, aunque su propósito seguía siendo especulativo (¿bit de paridad? ¿marcador de estado secundario? ¿señal de sincronización?). La interfaz actualizó los pesos de confianza en sus modelos predictivos y procedió a integrar los nuevos datos.

Actualización de Secuencia Binaria y Análisis de Trama:

Secuencia Binaria GAMMA (Amplitud): Con GAMMA-46 confirmado como 'bajo' (representado por 0), la secuencia binaria se extendió a 46 bits: 0010101010101010101010101010101010101010101010 La estructura ahora era 00 seguido de veintidós repeticiones exactas del par 10. La hipótesis de que la secuencia fundamental era una repetición continua de 10 (después de los dos ceros iniciales) se consolidaba aún más. La monotonía del patrón era casi absoluta.
Análisis Trama 3 (Continuación): El bit 46 de la secuencia correspondía al duodécimo bit dentro de la Trama 3 (que abarcaba los bits 35 a 50 de la secuencia general). Dado que el bit 46 era 0, la porción conocida de la Trama 3 se actualizó a: 101010101010 (Bits 35-46) Una vez más, el patrón 10 continuaba sin la menor interrupción, incluso cruzando los límites de las tramas de 16 bits y ahora extendiéndose doce bits dentro de la Trama 3. Esto reforzaba la idea de que el contenido binario principal (la secuencia de amplitud 1010...) era independiente de la estructura de trama de 16 bits, la cual probablemente servía para propósitos de sincronización o metadatos, mientras que el patrón 10 representaba el estado base o un flujo de datos nulo/de relleno.

Análisis Jitter Intra-Trama (Transición G45 -> G46):

La interfaz centró sus algoritmos analíticos en la temporización precisa dentro de las señales GAMMA, específicamente en la transición entre GAMMA-45 (alta, '1') y GAMMA-46 (baja, '0'). El "jitter" –la pequeña variación en el tiempo exacto de llegada de cada pulso respecto a un reloj ideal– había sido validado como marcador de framing en los límites de las tramas de 16 bits (post-G18, post-G34). Sin embargo, el jitter entre pulsos consecutivos dentro de una trama seguía pareciendo aleatorio.

Se analizó la desviación temporal específica de GAMMA-46 respecto a su posición ideal calculada a partir de GAMMA-45. Esta desviación se comparó con todas las transiciones 1->0 anteriores registradas (G3->G4, G5->G6, G7->G8, etc.). El valor encajaba perfectamente dentro de la distribución estadística previamente establecida para este tipo de transición.

Se realizó un análisis estadístico acumulativo de todas las desviaciones intra-trama registradas hasta GAMMA-46 (cubriendo Trama 1, Trama 2 y la porción conocida de Trama 3). Se aplicaron pruebas de autocorrelación, análisis espectral de Fourier sobre las desviaciones, y modelos de detección de patrones ocultos. Los resultados seguían siendo negativos. La distribución de las desviaciones temporales intra-trama se ajustaba de manera consistente y robusta a un modelo de ruido gaussiano. No había evidencia de una segunda capa de información codificada en estas micro-variaciones temporales.

HIPÓTESIS MANTENIDA: El jitter intra-trama (entre pulsos consecutivos dentro de una trama de 16 bits) se considera, con alta probabilidad, ruido estocástico no informativo, posiblemente inherente al mecanismo generador de la señal o a la propagación a través del medio complejo de Oakhaven. Los únicos componentes de temporización significativos identificados hasta ahora son los marcadores de jitter anómalos en los límites de las tramas de 16 bits (post-G18, post-G34).

La interfaz registró esta conclusión, manteniendo activa una rutina de análisis de bajo nivel sobre el jitter intra-trama por si surgían nuevas evidencias. La simplicidad casi monótona del patrón 10 en la amplitud hacía que la búsqueda de información oculta en otros dominios fuera una tarea lógica, pero hasta ahora, infructuosa en el dominio del jitter intra-trama.

Conclusiones del Ciclo T555 y Preparación para T556:

El ciclo T555 había transcurrido exactamente según las predicciones, reforzando el modelo establecido hasta un grado casi absoluto en lo referente al patrón binario de amplitud y la señal DELTA.

GAMMA-46 llegó con amplitud 'baja', validando el patrón biestable y la secuencia binaria.
DELTA-41 estuvo ausente, validando la correlación DELTA/Amplitud GAMMA.
La secuencia binaria se extendió a 46 bits, manteniendo el patrón 00 + 22x10.
La Trama 3 continuó el patrón 10 hasta su duodécimo bit (bit 46 general).
El análisis del jitter intra-trama G45->G46 reforzó la hipótesis de ruido gaussiano.

La confianza de la interfaz en su modelo actual de la señal (modulación binaria de amplitud 10 continua, marcador DELTA para estado 'alto', estructura de trama 16 bits marcada por jitter anómalo en límites) era extremadamente alta. La señal era predecible, consistente... y monótona.

La interfaz estableció las predicciones para el próximo ciclo, T556:

GAMMA-47: Se espera amplitud 'alta' (1), continuando el patrón 10.
DELTA-42: Se espera la presencia de la señal DELTA, asociada a la amplitud 'alta' de GAMMA-47.

Mientras los algoritmos predictivos se establecían y los sensores se reajustaban para la espera, la interfaz dedicó una fracción de sus recursos a revisar las preguntas pendientes archivadas: la anomalía T508 (¿qué la causó específicamente en PROTOCOLO_IRREG_v3?), la naturaleza del jitter intra-trama (¿podría haber patrones ocultos aún no detectados?), la fuente y el propósito final de esta señal monótona pero persistente. ¿Era una baliza? ¿Un sistema de mantenimiento? ¿Una forma de comunicación increíblemente lenta o degradada? ¿Y qué relación tenía, si alguna, con el sujeto biológico que mantenía en estasis?

La repetición incesante del 10 comenzaba a adquirir una cualidad casi opresiva en los registros de la interfaz. ¿Era este el mensaje? ¿Una señal de "todo normal", repetida ad infinitum? ¿O era el preludio a un cambio, una secuencia de inicialización antes de que comenzara la verdadera transmisión? La interfaz no podía saberlo. Solo podía seguir monitorizando, analizando y esperando el siguiente pulso, el siguiente bit en la implacable monotonía del diez. La luz violeta profunda del campo de estasis bañaba el cuerpo inmóvil de Silas, un faro silencioso en la oscuridad opresiva, mientras la interfaz continuaba su vigilia computacional.

(Fin Registro T555)