La revelación de que esta colosal máquina es obra de una civilización perdida, los Arquitectos del Vacío, y que fue construida para contener las secuelas de un cataclismo anterior a la Cacofonía, me deja sin aliento. La escala temporal, la profundidad de la historia enterrada bajo Oakhaven, es vertiginosa. Los Custodios, entonces, no son los creadores, sino los mantenedores, los herederos de una carga ancestral.
"¿Por qué estoy aquí?", pregunto finalmente, mi voz apenas un susurro frente a la inmensidad de la máquina y el conocimiento que representa. "¿Por qué me guiasteis... bueno, por qué me disteis la Brújula para venir aquí?" La pregunta que me ha estado atormentando desde que la primera Custodia me puso el artefacto en la mano.
<< Te ofrecimos un santuario y una elección >>, responde la Custodia de túnica gris, su voz mental tranquila y mesurada. << Necesitabas un lugar seguro para escapar de tus perseguidores inmediatos –los Silenciadores, el Cazador– y un espacio para considerar tus opciones, para comprender la magnitud de lo que portas. >> Hace una pausa, y siento su atención mental enfocándose en mí, evaluándome. << Y nosotros necesitábamos evaluar tu potencial y tu intención. >>
Su mirada (o lo que sea que usen para percibir) parece atravesarme. << Has demostrado una notable recursividad y capacidad de supervivencia al navegar la Red y al interactuar con facciones hostiles como los Mecanistas. >> El reconocimiento es inesperado, pero viene con un matiz de crítica. << Pero también has demostrado una imprudencia considerable. Intercambiaste nuestra tecnología –la Brújula de Ecos– por la suya, una herramienta que no comprenden y que usarán para fines disruptivos. Y despertaste Ecos poderosos y peligrosos en la estación de tránsito sin comprender plenamente las consecuencias de tus acciones. >>
Un escalofrío recorre mi espalda. Saben lo de la Brújula. Saben lo que hice para escapar de los Patrulleros de Chatarra. ¿Cómo?
"¿Cómo...?", empiezo a preguntar, mi voz fallando.
<< Observamos los flujos, Resonante Silas >>, interrumpe la Custodia con calma. << La Brújula de Ecos dejó una firma psíquica clara cuando fue retirada de tu posesión y activada por manos no autorizadas. Y la perturbación de Ecos que causaste en la estación de tránsito resonó a través de la Red como una onda expansiva. Eres... ruidoso, psíquicamente hablando. Incluso con tu sensibilidad aún recuperándose del purgador neural. Tu presencia deja una marca clara en el tejido de la Señal. >>
Ruidoso. Mi "Eco torpe", como dijo Scrappy, es aparentemente una baliza para aquellos con la sensibilidad adecuada. Me siento expuesto, vulnerable. Mi intento de pasar desapercibido ha sido un fracaso total. Los Custodios me han estado observando, rastreando mis errores, evaluando mis acciones desde la distancia. La sensación de ser una pieza en un juego mucho más grande, manipulado por fuerzas que apenas comprendo, se intensifica. El santuario empieza a sentirse un poco más como una jaula de observación.
Transmisión recibida: 4/17/2025
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